Rem Koolhaas, junto con la coleccionista de arte y filántropa Dasha Zhukova aparecen en la cubierta febrero de la revista WSJ como una pareja de arte, el lanzamiento de una ambiciosa campaña para conectar Moscú con el mundo del arte internacional. La pareja se se ha embarcado en una transformación de una señal inconfundible de la epoca comunista (una reliquia Soviética comunista conocida como Vremena Goda en el Parque Gorky de Moscú). El nombre significa "estaciones del año" y que se inauguró en 1968 como un restaurante modelo para las masas trabajadoras. Atrapado en la espiral decadencia del Gorky Park, cerró a principios de 1990 y hasta el inicio de las obras era una ruina cubierta de graffitis.
Rem Koolhaas habla de proyecto y recordando la idea de "objet trouvé" de Marcel Duchamp dice.- "El edificio es básicamente un objeto encontrado", señala aprobando los pilares maltratadas y sus perforaciones. "Estamos adoptandolo tal y como es."
"A Rem le gusta desafiar la tradición del cubo blanco de los museos occidentales", añade Zhukova. "El ladrillo crudo y los azulejos rotos serán un telón de fondo más estimulante para el arte."
A medida que nos alejamos de la ruina, mis dos guías difícilmente podrían parecer más diferente: Koolhaas, de 70 años, la leyenda holandesa de diseño, alto y delgado, se desliza con un abrigo gris austero, que exuda aire melancólico, gnómico de un personaje de Dostoievski; Zhukova, de 33 años de edad, filántropa criada en California, nacida en Rusia, tiene una sonrisa blanca y deslumbrante que trae a la mente una joven Audrey Hepburn. Ella va casualmente glamorosa con una capa de cachemira bermellón, pantalones elegantes y zapatillas de deporte, después de haberse quitado los zapatos de tacón alto con una sonrisa de alivio después de la conferencia de prensa. Pero la extraña pareja comparte una visión.
Por Tony Perrottet. Revista WSJ. 12012014. Número de febrero.
La estructura intacta será encerrada en una doble capa de plástico de policarbonato, una caja traslúcida que flota seis pies por encima del suelo. Las obras de arte encargadas serán presentadas en un contexto de "ladrillo crudo y azulejos rotos." Incluso el mosaico se mantendrá en su estado dañado gracias a un conservador de Florencia. Además, una enorme pared de la nueva estructura deslizará para mostrar un atrio para las grandes obras de arte por encargo. Habrá una terraza en la azotea, cafetería, sala de proyecciones, librería y esculturas al aire libre (Todas los conocidos gestos que nos son familiares, para visitantes de museos desde Sydney a Shanghai, pero que en Rusia son concesiones lujosas. En un país donde la norma de las instituciones carentes de imaginación, con poca luz, muestran sus obras con las conocidas babushkas de ceño fruncido custodiando cada habitación).
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