Este proyecto, obra de Diba Tensile Architecture, (Leila Araghian and Alireza Behzadi) ha sido galardonado en los Premios Aga Khan de Arquitectura 2016. El puente de estructura metálica tridimensional se localiza en Tehran, capital de Irán, con un largo de 270 metros que conectan dos parques públicos de la ciudad.
Las arquitectas concibieron en primer lugar la parte que aumenta de dos a tres niveles, u puente curvado peatonal de 270 metros de largo y anchura variable, una estructura de acero complejoa que forma una celosía tridimensional dinámica con dos niveles de cubierta continuos que se apoyan en tres columnas de forma arbolada, con un tercer nivel, donde la armadura se encuentra con las ramas de la columna.
Fue un salto imaginativo más allá del breve y básico encargo de diseñar un puente para conectar dos parques separados por una carretera en el norte de Teherán, sin bloquear la vista de las montañas de Alborz.
Los elementos estructurales se basan en un latente orden geométrico girado y repetido en las tres dimensiones. El resultado es una estructura espacial lo suficientemente grande como para crear un espacio arquitectónico habitable, donde la gente se reúne, comer y descansar en lugar de pasar a través.
Se han creado múltiples caminos en cada parque que guiarían a las personas hasta el puente. Asientos, espacios verdes y quioscos animan a la gente a quedarse en un sitio donde la vegetación ha sido preservada por la huella mínima del puente, y cuya curva ofrece diferentes de perspectivas del paisaje.
Las arquitectas concibieron en primer lugar la parte que aumenta de dos a tres niveles, u puente curvado peatonal de 270 metros de largo y anchura variable, una estructura de acero complejoa que forma una celosía tridimensional dinámica con dos niveles de cubierta continuos que se apoyan en tres columnas de forma arbolada, con un tercer nivel, donde la armadura se encuentra con las ramas de la columna.
Fue un salto imaginativo más allá del breve y básico encargo de diseñar un puente para conectar dos parques separados por una carretera en el norte de Teherán, sin bloquear la vista de las montañas de Alborz.
Los elementos estructurales se basan en un latente orden geométrico girado y repetido en las tres dimensiones. El resultado es una estructura espacial lo suficientemente grande como para crear un espacio arquitectónico habitable, donde la gente se reúne, comer y descansar en lugar de pasar a través.
Se han creado múltiples caminos en cada parque que guiarían a las personas hasta el puente. Asientos, espacios verdes y quioscos animan a la gente a quedarse en un sitio donde la vegetación ha sido preservada por la huella mínima del puente, y cuya curva ofrece diferentes de perspectivas del paisaje.