El encargo consistía en proyectar un volumen que albergara dos viviendas unifamiliares con programas idénticos . Ademas de resolver las necesidades planteadas por el cliente, ofrecimos la posibilidad de que eventualmente las dos viviendas pudieran transformarse en una, contemplando así un escenario mas amplio de adaptación a futuras necesidades. Reformulando el encargo se trató de proyectar una vivienda unifamiliar para dos familias.
El solar esta situado en Los Peñascales, una urbanización localizada entre dos pequeños municipios de la sierra norte de Madrid, a media ladera en un terreno que desciende hacia el sur, coincidiendo con las mejores vistas del monte del pardo y el skyline ya lejano de la ciudad. En la parcela no existían árboles que respetar, tan solo arbustos y vegetación autóctona, sin embargo destacaban dos grandes rocas de granito, que por ser características de la zona se incorporaron como un elemento más de la casa.
La vivienda se organiza en tres niveles; el primero, semienterrado, casi oculto, resuelve el encuentro con la pendiente y genera un lugar en sombra donde poder dejar los vehículos, el segundo recoge la zona de estar completamente al paisaje a través de su cerramiento de vidrio, finalmente el tercer nivel que alberga los dormitorios genera en la planta inferior dos porches en los extremos y un voladizo que permite la entrada de los rayos de sol en invierno y protege de su impacto durante los calurosos meses de verano.
Los objetos de la casa se asocian unos con otros hasta reducir el mobiliario a un único elemento en planta baja que resuelve el almacenamiento, la cocina, un espacio para sentarse y el cortavientos de entrada. En la planta primera todos los armarios se concentran en una única franja que unida a la fachada mejora las condiciones térmicas de la casa.
Arquitecto.- Iñaqui Carnicero Alonso-Colmenares
Situación.- Los Peñascales, Madrid, España.
Arquitecto Técnico.- Manuel Iglesias.
Contratista.- Antón Iakobiny Pitch S.L.
Cliente.- Guirao-Carnicero
Año de proyecto.- 2005-2009
Fotografías.- Cortesía de Iñaqui Carnicero.