Los londinenses NBBJ, acostumbrados a proponer soluciones innovadoras y a contribuir a la sostenibilidad de la ciudad, fueron conscientes de que la línea circular del metro de Londres era una de las más lentas y por tanto más congestionadas del “Tube”. Su idea es retirar los trenes de las vías y sustituirlos por tres pasarelas móviles, similares a las que podemos encontrar en los aeropuertos. De esta manera, no sólo se conseguiría una movilidad más sana para los londinenses, según sus cálculos, también llegarían antes a su destino.
Descripción del proyecto por NBBJ
La Circle Line lleva 114 millones de personas cada año a lo largo de sus 27 kilómetros de longitud. Actualmente es capaz de albergar ocho trenes en al mismo tiempo y alcanzar una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. La línea es una de las más congestionadas de Londres, a menudo sufre demoras y con frecuencia provoca inconvenientes a los viajeros. Usando pasarelas móviles como las empleadas en los aeropuertos, la idea de NBBJ reemplaza los trenes subterráneos por tres pasarelas electrónicas que van de de lado a lado, moviéndose a diferentes velocidades para llevar a los pasajeros a lo largo de la famosa ruta del Tubo circular.
Cada pasarela aumenta la velocidad con respecto a la pasarela adyacente. Los viajeros entrarían a la menor velocidad, 5 km/h, y aumentarían poco a poco su ritmo al pisar las cintas adyacentes, hasta una velocidad máxima de 24 km/h. Cuando se añade a un ritmo promedio a pie de 5 km/h, los peatones realmente se moverían más rápido a pie que en los trenes de la Circle Line de hoy en día, ya que deben parar en cada estación. El resultado sería considerablemente más rápido, más agradable y más saludable.
Este año la Circle Line celebra su 110 aniversario desde que se electrificó. Si se aplica, esta propuesta marcaría su cambio más significativo. NBBJ desarrolló esta idea para abrir nuevas posibilidades e introducir la diversión en los viajes en metro, tanto para los turistas como para los londinenses. Mientras que las pasarelas de la Circle Line se convertirían probablemente en uno de los modos más eficientes e inusuales de transporte de Londres, una cosa es cierta: Londres requiere un pensamiento creativo para construir una ciudad saludable, feliz y más habitable para todos.