Para la vivienda unifamiliar Casa Roja, Nelson Resende parte de una parcela rodeada por amplios terrenos de cultivo en su zona norte. Para ello utiliza el color rojo como esencia propia del proyecto, color opuesto al verde que abunda en el entorno.
Deja los elementos estructurales vistos dentro de la geometría rigida proyectada para poder imaginar la construcción de la vivienda, a la vez que abre grandes ventanales así como una grieta transversal para el aprovechamiento de la luz natural, que a su vez actua como separador de recorridos para el conjunto de la vivienda.
Descripción del proyecto por Nelson Resende
Se trata de un proyecto de vivienda unifamiliar, construida en una parcela con una superficie de 700 m², ubicada entre la carretera de acceso al oeste, un terreno actualmente utilizado para la agricultura al norte y otro terreno, al sur y al este, ocupado con otro edificio residencial.
La materialización de la propuesta se basa en una matriz geométrica rígida, que trata de encontrar relaciones métricas y espaciales entre las partes constituyentes de la vivienda y el terreno, proponiendo la racionalización de la construcción, opuesto al entorno que la rodea. Se crea un área intencionalmente diseñada y artificializada, que dicta las reglas internas de la vivienda y el espacio exterior, promoviendo una banda perimetral de 3 metros de ancho, relacionada con la topografía natural, que se mantiene en su estado.
Es en el "núcleo" donde se aplica y se resuelve el programa y la conexión de los diversos espacios, generando y formando las experiencias deseadas, desde las áreas de circulación, hasta los espacios de trabajo,mediante asientos o descansos, tanto externos como internos.
La longitudinalidad de la trama permite explorar una sucesión de espacios geométricamente iguales, repetidos a lo largo de un camino, y que se desarrollan de una manera sustancialmente diferente: el patio de acceso de vehículos, relacionado con el espacio del garaje; el espacio exterior del jardín, relacionado con el espacio interior de la casa; el patio exterior de servicio a nivel del sótano, relacionado con los espacios de trabajo, cerrando y finalizando esta sucesión.
La vivienda, a excepción del espacio de circulación horizontal y vertical (abierto al norte y al sur), ahora se abre hacia el oeste (sala de estar y dormitorios principales) y hacia el este (espacios de servicio o espacios de apoyo). En contraste, la luz artificial se dibuja en los planos ciegos de las fachadas Sur y Norte permitiendo un juego de contrastes que acentúa los planos transparentes del día y resalta los planos opacos de la noche.
La construcción del garaje junto a la calle y la consiguiente eliminación de la vivienda, permite disfrutar de la pendiente del terreno como una forma de mejorar una cierta imagen de amplificación del discurso arquitectónico, no solo volumétrico sino también formal; La contención del volumen del garaje al lado de la calle (una planta cerrada visualmente) y la expansión del volumen de la vivienda (tres plantas abiertas visualmente), también explora las relaciones de la familia con la casa, intencionalmente dirigida hacia el paisaje que tiene, desde un desarrollo considerable y participa en la comodidad de cada uno de los espacios internos.
La vivienda también pretende ser un refugio. Constructivamente, presenta soluciones que mejoran y refuerzan la identidad de sus partes constituyentes, reflejando sin embargo estrictamente su relación: es intencional la voluntad de la resolución formal de los volúmenes propuestos a través de la aplicación y traducción exhaustiva de los elementos constructivos que resuelven problemas estructurales o de simple cumplimiento de los planos verticales, asumidos en su verdadera dimensión.
El objetivo era validar una solución más distante de imágenes muy sofisticadas y demasiado bien terminadas, permitiendo la identificación de los sistemas constructivos y la consecuente integración en un entorno marcadamente rural.