A través de la acumulación arquitectónica de imágenes e inestable estructura de soporte, Blasco se interroga en cuestiones como el desorden utópico, la arquitectura natural, la potencialidad anárquica y la proyección del pensamiento y la crítica.
En esta ocasión incide en la construcción de una casa de apariencia inestable, con una estructura de madera, en gran parte reciclada y con algunas partes pintadas. Se trata de una arquitectura que funciona como una monumental escultura, que fuerza al espectador a recorrerla, a transitar su condición poliédrica. Blasco indaga en la fisura babélica que declina en desorden utópico, como si se tratase de una arquitectura natural, con potencialidad anárquica pero conceptualmente concentrada en su proyección de pensamiento y de crítica a una suerte de demolición social de lo emocional.»
David Barro