Una de las casas más famosas de Los Ángeles y reconocida mundialmente como un diseño de casa única modernista y seminal, Case Study House #21 es posiblemente el mayor diseño de acero de Pierre Koenig y el punto culminante del Programa Case Study promovido por Arts & Architecture Magazine de 1945 a 1964. La casa fue una de las pocas casas de la propuesta que constituyó un verdadero prototipo en términos de diseño innovador y en el uso de nuevos materiales. Impresionantemente radicales e innovadores para su época, las habitaciones públicas y privadas están separadas por un núcleo central que aloja baños y sala de máquinas. La estructura está rodeada de estanques de agua que circulan hasta el tejado y retornan como fuentes. La Case Study # 21 de Koenig ejemplifica la revolución arquitectónica que tuvo lugar en Los Ángeles justo después de la Segunda Guerra Mundial. En 1997 Pierre Koenig fue asignado por el propietario de la casa en ese moemnto la restauración de la misma, para recuperar su antigua gloria, trabajo que se completó en 1998.
Las Case study Houses representaron una investigación hecha por los arquitectos más conocidos de la época para investigar sobre la tecnología y las condiciones espaciales con el fin de crear nuevas formas de habitar para los futuros estadounidenses. Se inició un estudio, la planificación, el diseño real y la construcción de ocho casas, cada una cumpliendo con las especificaciones de un tipo de vida concreto en el área sur de California. Los arquitectos conocidos a nivel nacional, elegidos no sólo por sus talentos obvios, sino por su capacidad para evaluar de manera realista la vivienda en términos de necesidad, fueron comisionados para tomar una parcela de la tierra verde de Dios y crear "buenas" condiciones de vida para ocho familias estadounidenses. Ellos eran libres de elegir o rechazar, según sus méritos, los productos de los fabricantes nacionales, que ofrecieran materiales antiguos o nuevos, seghún lo que considerasen mejor para el propósito concreto de cada arquitecto en su intento de crear unidades de vivienda contemporáneas. Todos ellos comenzaron con el problema planteado al arquitecto, con el análisis del lugar en relación con el trabajo, las escuelas, las condiciones de vecindad y la necesidad individual de la familia.
Era importante que los mejores materiales disponibles se utilizasen de la mejor manera posible para llegar a una "buena" solución de cada problema, que en el programa general se suponía que debía ser lo suficientemente general como para ser de ayuda práctica para el estadounidense promedio en busca de una casa en la que poder darse el lujo de vivir.
No sólo en los cambios muy prácticos de los materiales y las técnicas, sino en la distribución y financiacion de esos materiales se encontraron factores que se pensaban ampliar considerablemente la definición de la palabra casa. Más allá de eso, como dijeron los impulsores del Case Study Houses: ''Cuánto tiempo tomará que los inevitables cambios sociales y económicos provocados por los años de guerra afecten nuestro nivel de vida, nadie puede decirlo".
En la Bailey House, Koening continuó fiel a la idea impulsada por las Case Study Houses, dentro de una coherencia firme y sin manierismos innecesarios. Con un espíritu oriental mezclado con la tradición norteamericana del balloon frame y el centro-hogar, que aquí por las características climáticas juega un contrapunto con la piscina exterior, potenciando la indiscutible relación con el entorno.
Nada es excesivo en la materialización de la obra, una belleza que emana de la simpleza de las formas que impactan además con su continuidad espacial. En un momento donde las críticas hacia las ideas modernas comenzaban a surgir, Pierre Koenig no necesitó retomar ningún lenguaje retórico del pasado para mostrar un futuro posible. Cada habitación se encuantra perfectamente definida, sin locuras morfológicas ni ademanes históricos, representan –como pocos en su tiempo- un modo de vida contemporáneo sin despojarse de las costumbres ni de los sueños de sus habitantes.
Con una estructura ensamblada in situ y de meticulosos detalles sobre los perfiles de acero vistos, se crea una planta abierta que aprovecha al máximo las grandes luces que ofrecen sus pórticos tubulares de acero de doble vano.Se trata de estructuras rectangulares prefabricadas – de 13,40 metros de ancho y 2,75 metros de alto, además de otros tres pórticos de la mitad de anchura para enmarcar la entrada y el garaje.
Las Case study Houses representaron una investigación hecha por los arquitectos más conocidos de la época para investigar sobre la tecnología y las condiciones espaciales con el fin de crear nuevas formas de habitar para los futuros estadounidenses. Se inició un estudio, la planificación, el diseño real y la construcción de ocho casas, cada una cumpliendo con las especificaciones de un tipo de vida concreto en el área sur de California. Los arquitectos conocidos a nivel nacional, elegidos no sólo por sus talentos obvios, sino por su capacidad para evaluar de manera realista la vivienda en términos de necesidad, fueron comisionados para tomar una parcela de la tierra verde de Dios y crear "buenas" condiciones de vida para ocho familias estadounidenses. Ellos eran libres de elegir o rechazar, según sus méritos, los productos de los fabricantes nacionales, que ofrecieran materiales antiguos o nuevos, seghún lo que considerasen mejor para el propósito concreto de cada arquitecto en su intento de crear unidades de vivienda contemporáneas. Todos ellos comenzaron con el problema planteado al arquitecto, con el análisis del lugar en relación con el trabajo, las escuelas, las condiciones de vecindad y la necesidad individual de la familia.
Era importante que los mejores materiales disponibles se utilizasen de la mejor manera posible para llegar a una "buena" solución de cada problema, que en el programa general se suponía que debía ser lo suficientemente general como para ser de ayuda práctica para el estadounidense promedio en busca de una casa en la que poder darse el lujo de vivir.
No sólo en los cambios muy prácticos de los materiales y las técnicas, sino en la distribución y financiacion de esos materiales se encontraron factores que se pensaban ampliar considerablemente la definición de la palabra casa. Más allá de eso, como dijeron los impulsores del Case Study Houses: ''Cuánto tiempo tomará que los inevitables cambios sociales y económicos provocados por los años de guerra afecten nuestro nivel de vida, nadie puede decirlo".
En la Bailey House, Koening continuó fiel a la idea impulsada por las Case Study Houses, dentro de una coherencia firme y sin manierismos innecesarios. Con un espíritu oriental mezclado con la tradición norteamericana del balloon frame y el centro-hogar, que aquí por las características climáticas juega un contrapunto con la piscina exterior, potenciando la indiscutible relación con el entorno.
Nada es excesivo en la materialización de la obra, una belleza que emana de la simpleza de las formas que impactan además con su continuidad espacial. En un momento donde las críticas hacia las ideas modernas comenzaban a surgir, Pierre Koenig no necesitó retomar ningún lenguaje retórico del pasado para mostrar un futuro posible. Cada habitación se encuantra perfectamente definida, sin locuras morfológicas ni ademanes históricos, representan –como pocos en su tiempo- un modo de vida contemporáneo sin despojarse de las costumbres ni de los sueños de sus habitantes.
Con una estructura ensamblada in situ y de meticulosos detalles sobre los perfiles de acero vistos, se crea una planta abierta que aprovecha al máximo las grandes luces que ofrecen sus pórticos tubulares de acero de doble vano.Se trata de estructuras rectangulares prefabricadas – de 13,40 metros de ancho y 2,75 metros de alto, además de otros tres pórticos de la mitad de anchura para enmarcar la entrada y el garaje.