La Biblioteca Weston de la Universidda de Oxford, que alberga algunos de los tesoros literarios más valiosos del país, reabrió el 21 de marzo de 2015 tras una reforma a cargo del estudio de arquitectura Wilkinson Eyre.
Parte de la Biblioteca Bodleiana de la universidad, conocida antiguamente como Nueva Bodleiana, fue proyectada por Sir Giles Gilbert Scott en la década de 1930 y se encuentra frente al icónico Clarendon Building de Nicholas Hawksmoor y el Sheldonian Theatre de Christopher Wren, monumento clasificado de grado I.
Esta rehabilitación se enmarca en un ambicioso plan de renovación de las instalaciones Bodleianas que busca salvaguardar su amplia y singular colección de libros y manuscritos.
Descripción del proyecto por Wilkinson Eyre
El tan esperado proyecto proporciona almacenamiento de alta calidad para las valiosas colecciones especiales de las bibliotecas, que se han conservado para investigación; desarrolla el espacio de las bibliotecas para el apoyo a la investigación avanzada; y amplía el acceso público a sus grandes tesoros a través de sus nuevas salas de exposiciones y una sala de conferencias.
Al abrir el edificio al público para promover sus colecciones especiales para el público en general, Wilkinson Eyre también ha abordado la identidad del edificio y lo ha relacionado más estrechamente con su contexto inmediato al mejorar su imagen y acercamiento.
El nuevo Blackwell Hall, con el apoyo de una donación de 5 millones de libras por Julian Blackwell, es un espacio público de 13,5 metros de alto con iluminación cenital que constituye el corazón de la nueva biblioteca y dispone de una cafetería, oficina de información, un mapa tapiz del siglo XVI (el Sheldon Tapestry) y una puerta del siglo XV en calidad de préstamo permanente del museo V&A.
La puerta conducía originalmente al jardín de la finca histórica de la familia Dorner en Ascott Park en Oxfordshire y es la única pieza que sobrevivió al incendio en 1662. Con el apoyo de la fundación Oxfordshire Buildings Trust, se ha podido devolver esta gran pieza arquitectónica a su condado original en un entorno nuevo y único, que enfatiza la temática de lo nuevo y lo viejo que recorre todo el edificio.
El Blackwell Hall se abre a dos nuevas salas de exposiciones y una cafetería, creando un entorno atractivo y una acogedora experiencia para el público que accede directamente por la nueva entrada desde la calle Broad.
Se han añadido salas de exposiciones, junto con otras nuevas instalaciones que incluyen un centro de medios digitales, un centro para profesores visitantes, una sala de conferencias y salas de reuniones para acoger la enseñanza y las clases magistrales sobre las colecciones especiales de la biblioteca. Los expertos en las Colecciones Especiales bodleianas serán ahora reubicados en el edificio junto a otros restauradores, así como el Centro para el Estudio del Libro.
El diseño original de Scott replicaba la tipología de un colegio de la Universidad de Oxford, pero con el espacio cuadrilátero tradicional del centro ocupado por una pila de estantes de 11 plantas basado en una compleja estructura de acero. Los arquitectos han revisado la planta y eliminado las plantas superiores de esta colosal pila central, sustituyéndola por una sala de lectura. Las tres plantas subterráneas han sido parcialmente reconstruidas y actualizadas según la normativa actual de archivos.
Las plantas superiores de edificio original, escondidas durante la década de 1960 por una extensión, se han recuperado y restaurado para incluir una nueva sala de lectura que cuenta con buenas vistas de la ciudad. Las troneras dispuestas en filas, a través de las que se ven las torres de la ciudad, son un elemento característico de Scott y una expresión clave del carácter del edificio de los años 30.
Se ha prestado especial atención en restaurar y combinar la artesanía de alta calidad y los materiales originales de la paleta de Scott. De la piedra al metal al yeso, así como en las carpinterías y muebles, Wilkinson Eyre ha cuidado las proporciones, la materialidad y la luz en los nuevos espacios lo que da lugar a una tranquila seriedad académica que emana de este edificio, no muy querido previamente.