A lo largo del vídeo, la grabación es compuesta desde dos perspectivas diferentes: la de los jóvenes que están entrenando y la de aquellos que los observan desde las gradas. Al final, el vídeo termina con el cierre de la cortina divisoria de usos múltiples, como si fuera una obra de teatro.
DÍA DE ENTRENAMIENTO: PABELLÓN ATLÁNTICO, por Building Pictures
La película sobre el Pabellón Atlántico en Viana do Castelo, realizada por Building Pictures, muestra un día de entrenamiento en el edificio diseñado por el arquitecto Valdemar Coutinho.
La película comienza con imágenes aéreas del contexto urbano del proyecto y, con la llegada de los primeros estudiantes, se acerca al edificio. Entra en el edificio, camina por los pasillos y llega a los vestuarios, donde los estudiantes solo se escuchan por sus voces y los sonidos de preparación para el entrenamiento.
Comienza el calentamiento y los atletas entran al campo. A medida que el ritmo de la música se intensifica, también lo hace el entrenamiento y el ritmo de los planes de la película. A lo largo de la película hay dos perspectivas diferentes:la de aquellos que juegan en el campo - los atletas, y la de los que están mirando, en las gradas.
La película termina cuando se cierra la cortina divisoria de usos múltiples, como si fuera el final de una obra de teatro.
El edificio está situado al lado de "Avenida do Atlântico" en Viana do Castelo. Una avenida frente al mar, en la que se construyen una serie de edificios, que, en una primera impresión, el frente urbano en el que se inserta el edificio, transmite una imagen bastante insípida debido a las características de los programas y las opciones tomadas en sus proyectos. Una característica que se ha convertido en un valor agregado en la conceptualización del proyecto del Pabellón Atlántico.
Además de la necesidad del Ayuntamiento de Viana do Castelo de tener un pabellón deportivo, brinda apoyo a la escuela EB 2.3 Pedro Barbosa y en el uso complementario por parte de la comunidad para poder desarrollar diversas modalidades, se basa principalmente en los objetivos del Ayuntamiento, para ampliar la posibilidad de la población de practicar actividades deportivas en instalaciones cubiertas y colmar una deficiencia en la oferta pública de este tipo de infraestructura, reforzando así el equilibrio entre la demanda y la oferta deportiva.
Debido a la necesidad de un fuerte control financiero y de dotar el edificio de infraestructuras diseñadas para facilitar el mantenimiento en el futuro, el costo global del trabajo fue restringido a un valor preestablecido por el Ayuntamiento de Viana do Castelo. Requisitos que se convirtieron en un verdadero desafío en la forma de pensar, para responder a lo solicitado. Por lo tanto, surgió el uso de una imagen brutalista en el proyecto, sin ser llevado a extremos, perceptible en los vestuarios y en el campo deportivo.
Fue con este objetivo que Valdemar Coutinho Architects ideó un pabellón, que refleja los diversos requisitos y presupuestos con una imagen dinámica, atractiva y humanizada, minimizando el impacto común en este tipo de edificios.
Debido al terreno limitado, el proyecto ocupa prácticamente toda el área. La dimensión del programa se desarrolló en un piso a nivel de la planta baja con un área de almacenamiento secundaria. La superficie para la práctica deportiva es de 650 m² (para jugar voleibol y basquetbol esencialmente) con una altura de 7,50 m, con 4 bloques independientes de vestuarios, 2 bloques para los atletas, cada uno con capacidad de 15 a 20 deportistas y otros 2 para entrenadores y árbitros.
En la unión de los dos cuerpos, se desarrolla la entrada principal, con más de 50/80 personas que pueden permanecer allí hasta encontrar asientos. En esta articulación conjunta alrededor de la entrada, se diseñó una recepción, un puesto de vigilancia, una cafetería que se dimensionó puntualmente según la necesidad, un área de soporte técnico, instalaciones sanitarias para hombres y mujeres, así como para personas con movilidad reducida.
Volumétricamente, el pabellón, en términos generales, está formado por 2 cuerpos paralelepípedos (cuerpo este y oeste) implantados perpendicularmente entre sí, formando en su conjunto un volumen único de líneas dinámicas y sobrias. El edificio tiene predominantemente dos materiales de acabado, el hormigón expuesto y un panel de piedra engrapada de color gris azulado.
El tono general del edificio es gris, lo que nos recuerda el hermoso mar gris. Asimismo el salón de entrada tiene varios paneles de azulejos grises en relieve, alusivos a los crustáceos y a las algas de las playas de Viana do Castelo.