Las obras de CaixaForum València empezaron en 2018 en el interior del edificio Ágora, una gran plaza cubierta proyectada por Santiago Calatrava situada en el complejo de la Ciutat de les Arts i les Ciències de València, entre el puente Assut de l’Or y el Oceanogràfic. El proyecto es obra del estudio Cloud 9, dirigido por el arquitecto Enric Ruiz-Geli. La principal característica del proyecto, según sus autores, es la potenciación del concepto del Ágora –entendido como una superficie abierta al diálogo y a la actividad cultural–, así como la sostenibilidad medioambiental.
El centro tiene una superficie útil de 6.500 metros cuadrados y dispone de dos grandes salas de exposiciones situadas en la planta baja. También cuenta con aulas polivalentes, un auditorio, espacios familiares y educativos, una librería y un restaurante. La oferta cultural es amplia: desde exposiciones de arte, ciclos de conferencias, conciertos y espectáculos, hasta jornadas sociales y talleres educativos y familiares dirigidos a todas las edades.
Lejos de limitarse a la funcionalidad, CaixaForum València es en sí mismo una creación artística: un paisaje, conformado por diferentes cápsulas y protegido por el colosal caparazón de la estructura del edificio, en el que la sostenibilidad tiene un papel clave. De este modo, conviven en armonía la arquitectura del edificio original y la intervención arquitectónica para permitir su uso cultural, ya que el proyecto respeta, potencia y convive con el edificio manteniendo su esencia como espacio de reflexión y gran superficie cultural abierta, pública y de intensa actividad.
Interior CaixaForum Valencia. Exterior de CaixaForum València. Fotografía por Miguel Lorenzo / Fundación “la Caixa”.
Interior CaixaForum Valencia. Exterior de CaixaForum València. Fotografía por Miguel Lorenzo / Fundación “la Caixa”.
Programa.
El centro tiene una superficie útil de 6.500 metros cuadrados y dispone de dos grandes salas de exposiciones situadas en la planta baja. También cuenta con aulas polivalentes, un auditorio, espacios familiares y educativos, una librería y un restaurante. La oferta cultural es amplia: desde exposiciones de arte, ciclos de conferencias, conciertos y espectáculos, hasta jornadas sociales y talleres educativos y familiares dirigidos a todas las edades.
Lejos de limitarse a la funcionalidad, CaixaForum València es en sí mismo una creación artística: un paisaje, conformado por diferentes cápsulas y protegido por el colosal caparazón de la estructura del edificio, en el que la sostenibilidad tiene un papel clave. De este modo, conviven en armonía la arquitectura del edificio original y la intervención arquitectónica para permitir su uso cultural, ya que el proyecto respeta, potencia y convive con el edificio manteniendo su esencia como espacio de reflexión y gran superficie cultural abierta, pública y de intensa actividad.
Interior CaixaForum Valencia. Exterior de CaixaForum València. Fotografía por Miguel Lorenzo / Fundación “la Caixa”.
Interior CaixaForum Valencia. Exterior de CaixaForum València. Fotografía por Miguel Lorenzo / Fundación “la Caixa”.
Programa.
El proyecto de Enric Ruiz-Geli crea un mundo de células vivas en el interior del edificio. El arquitecto lo describe como un paisaje conformado por espacios interconectados en un ecosistema protector.
La Nube, destinada a actividades familiares y educativas, es el elemento más distintivo de CaixaForum València. Está construida con materiales muy livianos: el suelo es de fibra de vidrio pura, con un leve movimiento para lograr una sutil sensación de flotación, de falta de gravedad. El revestimiento está realizado con polímeros muy ligeros y casi transparentes. El interior es diáfano y multifuncional.
La Nube está conectada con los cinco océanos a través de datos en tiempo real. Según la temperatura de los mismos, la luz cambia de azul a violeta. Los azules nos hablan de buena salud del planeta; los violetas, de cambio climático, de subida de la temperatura del agua, de deshielo.
Las dos salas de exposiciones son espacios altos, diáfanos, bien iluminados y con una climatización pionera. La iluminación se realiza con un sistema de arco, de forma que se consigue una leve penumbra que cede todo el protagonismo a las obras de arte.
En uno de los extremos del edificio se sitúa el auditorio, un equipamiento con la última tecnología para albergar todo tipo de espectáculos. Se ha concebido como una caja negra, con un paisaje de cartón y una instalación de Frederic Amat en el techo que reivindica la protección de los bosques, titulada El bosque escrito.
El restaurante ocupa un lugar privilegiado en otro lateral del edificio y cuenta con una cubierta ajardinada. Es una cueva alta, enorme, de corcho, confortable y sin resonancias, gracias a la absorbencia acústica de este material. En este espacio se genera un ambiente luminoso gracias a los grandes lucernarios orientados a los cuatro puntos cardinales para garantizar la reducción del consumo energético.
Otro de los elementos característicos de este CaixaForum es el espacio que alberga la administración y la librería, con la cubierta revestida por el ceramista Toni Cumella y sostenida por una estructura de madera que aprende de las palmeras de Elche.