El estudio gpy arquitectos ha sido el encargado de realizar este proyecto para la Universidad de la Laguna como nueva Facultad de Bellas Artes. La ampliación del espacio público, que llega a penetrar en el edificio a través de sus largos corredores, las plásticas curvas generadas con hormigón y la ausencia de referencia a la escala conforman los elementos clave del proyecto.
Descripción del proyecto por gpy arquitectos
La parcela de la nueva Facultad de Bellas Artes de la Universidad de la Laguna se sitúa contigua a la autopista insular TF-5, y se encuentra físicamente separada del actual campus universitario de Guajara por una avenida de gran tráfico rodado.
En este contexto, el proyecto establece como primera estrategia el tratamiento del espacio libre y las relaciones con el entorno, como base de un diseño orientado a configurar el edificio como prolongación del espacio público del campus.
Así, la plaza pública de acceso se configura como dilatación de la avenida principal, y lleva de forma natural las circulaciones del campus al interior del edificio, mientras que los usos compartidos con el resto de la comunidad universitaria y abiertos a la ciudad, como la sala de exposiciones y el salón de actos, se ubican en la línea de contacto con la nueva avenida del tranvía.
El acceso peatonal se dispone como una amplia ranura que da paso a una terraza que prolonga el espacio de la plaza en el interior del edificio. Éste se organiza mediante un sistema de corredores semi-abiertos, en forma de lazos múltiples alrededor de una amplia rampa central.
El edificio se materializa como la traza envolvente de un vacio interior, definiendo un campus íntimo que configura el paisaje de la nueva Facultad. En la franja construida se ubican los espacios que albergan el programa codificado (talleres y aulas prácticas de escultura, pintura y dibujo, aulas teóricas, laboratorios, etc.), mientras que los vacios interiores (los patios ajardinados, la rampa, la terraza de acceso y el amplio porche bajo ésta última) se convierten en lugares de encuentro e intercambio, en aulas abiertas, en espacios expositivos al aire libre, que intensifican el uso principal del edificio.
En el proyecto de la Facultad de Bellas Artes predomina el hormigón armado que conforma la envolvente exterior, y el vidrio colado que define el cerramiento traslúcido que recorre todo el edificio separando los espacios abiertos de los usos docentes específicos.
La textura continua de la piel de hormigón, que se consigue mediante un sencillo abujardado irregular sobre un moldeado poligonal, borra las trazas del proceso constructivo.
La naturaleza continua de la envolvente de hormigón, junto a la ausencia de referencia escalar a los espacios que alberga o de referencia técnica a su construcción física, expresa la voluntad territorial de la imagen urbana del edificio de la nueva facultad.