"En el contexto geopolítico de Tierra Santa, la combinación de eventos históricos, mitos y tradiciones ha creado una multiplicidad de lugares, sagrados para grupos de religiones, comunidades y afiliaciones que compiten entre sí"
"Estos, a su vez, han llevado a la formación de una concentración extraordinaria de espacios intrincados, fragmentados y estratificados, tanto histórica como físicamente. A través de una delicada red de negociaciones y acuerdos políticos, cada lugar conserva su propio 'modus vivendi' mientras se mantiene un protocolo meticulosamente realizado de actividades diarias, arreglos y rituales ", argumenta el equipo de conservadores.
La exposición del Pabellón de Israel "In Statu Quo: Architecture of Negotiation" se centra en cinco lugares sagrados: la Iglesia del Santo Sepulcro, el Muro Occidental, el Ascenso de Mughrabi al Monte del Templo, la Tumba de Raquel (Belén) y la Cueva de los Patriarcas. Cada uno de estos lugares plantea un fenómeno diferente, reflexionando sobre el delicado sistema de convivencia y disputa territorial de Israel.
Piso a piso la exposición traslada a los visitantes a cada uno de estos sitios sagrados. En el primer piso, la exposición muestra la Iglesia del Santo Sepulcro a través de un modelo en 3D realizado por el arquitecto alemán Conrad Schick (1822-1901) que está codificado por colores. En el segundo piso y mediante una película animada, codirigida e ilustrada por el artista David Polonsky, se muestra el Ascenso de Mughrabi, la única entrada no musulmana que conduce al nivel superior del Monte del Templo. En el tercer piso se exponen las propuestas para el Muro Occidental, incluidas las de Louis Kahn, Moshe Safdie y Superstudio. Una videoinstalación de la artista israelí Nira Pereg muestra los cambios de la Cueva de los Patriarcas. Finalmente una serie de dibujos arquitectónicos ilustran la Tumba de Raquel.
La exposición es un recorrido a través de estos lugares en los que se siguen los procesos, las decisiones y las acciones a través de las cuales se configuran los lugares sagrados.
"[In Statu Quo] sugiere no solo el uso instrumental de la arquitectura para establecer reclamos en el conflicto, sino también su capacidad para negociar entre diferentes identidades a través de ocurrencias espaciales y posibilidades programáticas", señalan los comisarios.