El estudio de arquitectura israelí
A. Lerman Architects se encargó de desarrollar este centro de tratamiento de residuos en la ciudad de Rishon LeZion, al sur de Tel Aviv, cuando la prohibición de verter residuos al océano se hizo efectiva, en el año 2004.
El centro se diseña para albergar en su interior la inmensa maquinaria necesaria para llevar a cabo el procesamiento químico de lodos. Dentro se produce la separación de líquidos y sólidos que permita, finalmente, transformar esos vertidos iniciales en abono.