El artista Francesc Torres, a través de su mirada, convierte la Sala Oval en un escenario en el que se despliegan la vida y la muerte. Un montaje inédito y arriesgado para interrogar sobre la decisión voluntaria de sacrificarse por la defensa de un ideal. Aeronáutica (vuelo) Interior tiene el origen en una visita del artista al histórico Campo de Aviación de La Sénia, muy cerca de donde se encuentra actualmente el Centro de Aviación Histórica de la Sénia (CAHS).
«De un modo u otro, todo lo religioso, ideológico, político, nacional o identitario se basa en una gestión de la vida y la muerte, por parte del poder fáctico, de los individuos que forman el cuerpo social de estas categorías. Solo es importante lo que justifica la entrega de la vida, la forma más clara y simple de definir lo sagrado, sea divino o no.»
Francesc Torres
La intervención, dirigida por Pepe Serra, plantea una analogía con los santos martirizados por su fe religiosa, a partir de la iconografía prestada de la Crucifixión de San Pedro, una tabla gótica de la colección del MNAC. Este paralelismo expone la siguiente pregunta: ¿hasta dónde seríamos capaces de llegar nosotros en defensa de nuestros ideales?
Con la voluntad de repensar el pasado desde el presente, el Museo destina un espacio icónico de sus instalaciones a rememorar un episodio sensible y trascendental de la historia española.
Descripción del proyecto por Francesc Torres
El artista Francesc Torres convierte la Sala Oval en un escenario en el que se despliegan la vida y la muerte. Dos réplicas a escala 1:1 de dos aviones soviéticos que combatieron en la Guerra Civil ponen en tensión el espacio: un bombardero Túpolev SB-2 “Katiuska”, a punto de estrellarse, y el caza Polikárpov I-16 “Mosca”. Un montaje inédito y arriesgado para reflexionar sobre el acto de morir por un ideal.
La propuesta explora el impacto de la muerte que llega desde el cielo en los conflictos bélicos y la decisión voluntaria de sacrificarse por la defensa de un ideal. Lo hace planteando una analogía con los santos martirizados por su fe religiosa, a partir de la iconografía prestada de la Crucifixión de San Pedro, una bellísima tabla gótica de la colección del Museu Nacional del maestro Pere Serra (siglo xiv). Este paralelismo, justo en la era en que las redes sociales sirven fácilmente de altavoz de nuestros idearios, nos plantea la siguiente pregunta: ¿hasta dónde seríamos capaces de llegar nosotros en defensa de nuestros ideales?
Aeronáutica (vuelo) Interior tiene el origen en una visita del artista al histórico Campo de Aviación de La Sénia, muy cerca de donde se encuentra actualmente el Centro de Aviación Histórica, cuyo director, José Ramón Bellaubí Cavaller, lleva a cabo la épica recreación a escala real de aviones históricos. De aquí surge una instalación artística monumental con la que Francesc Torres lleva aún más lejos unas coordenadas que ya había explorado otras veces: la ambigüedad entre el arte y el no-arte, y la eliminación de la línea divisoria entre “exposición”, “obra de arte” e “instalación”. Y es que, en palabras del artista, “un avión que no vuela no es un avión, es una obra de arte”.
Con la voluntad de repensar el pasado desde el presente, y en el marco de los proyectos expositivos que el Museu Nacional dedica este año a la Guerra Civil, el arte, el conflicto y la memoria, el Museo destina un espacio icónico de
sus instalaciones a rememorar un episodio sensible y trascendental de nuestra historia reciente. Francesc Torres, a través de su mirada, se sirve del arte para removernos e interpelarnos con cuestiones que afectan al ser humano desde los albores del tiempo.