Ubicado en un paisaje de sabana seca en el norte de Perú, este nuevo edificio universitario crea una red compacta y compleja de aulas interconectadas, oficinas y espacios abiertos específicamente diseñados para alojar a estudiantes de entornos desfavorecidos.
Al seleccionar entre más de 175 proyectos nominados que se habían reducido a solo seis finalistas, el jurado de este año se centró en proyectos que mostraron un potencial de influencia duradera tanto en la arquitectura como en la cultura. En otras palabras, los proyectos que, como lo describe el Director de MCHAP, Dirk Denison, "impulsan el desarrollo de la arquitectura como una práctica, remodelan la forma en que vemos y organizamos el entorno construido que nos rodea", y que "participan en el intercambio cultural más amplio que es Una característica esencial de las Américas de hoy".
Los jurados elogiaron la capacidad del proyecto para crear un paisaje social que albergue a estudiantes y profesores de toda la Universidad, donde el diseño entre aulas sirve como un nuevo tipo de espacio público. “No es solo un proyecto, sino una exploración de un tipo, y por lo tanto un conjunto de nociones espaciales que invita a la emulación e incluso a la replicación”, dijo Rodrigo Pérez de Arce.
El trabajo de Barclay & Crousse, que responde tanto a un clima exigente como a una actividad sísmica activa en la región, presentó un enfoque nitido en relación a los numerosos desafíos ambientales actuales. "Este es quizás el primer edificio que he visto donde los árboles eran tan importantes como las aulas. Y es inspirador ver la idea de diseñar para los terremotos, lo que da como resultado un edificio que al mismo tiempo tiene muchos edificios", comentó Claire Weisz, miembro del jurado.