Todas estas estancias se vuelcan hacia el interior del patio a través de grandes ventanales de suelo a techo, destacando la planta inferior y su conexión con el espacio abierto y la piscina. De este modo, se crea un lenguaje dual entre las fachadas del proyecto; por un lado, unos blancos muros para las fachadas más perimetrales, y, por otro lado, un sugerente muro de ladrillo para las fachadas del patio más interior. Este lenguaje dual se extrapola también hacia el interior de la vivienda.
Descripción del proyecto por DANA Arquitectos
«Casa Mitmac» es una vivienda unifamiliar ubicada en el barrio de La Paz en Zaragoza (España). Nos encontramos en un barrio predominantemente residencial, en el que existen tanto viviendas unifamiliares como colectivas de alturas diversas.
Esta vivienda se proyecta en un contexto realmente característico debido a la morfología de la parcela en la que se ubica. Se trata de una parcela cuadrada de 10 metros de lado, y situada a una profundidad de 3 metros, en la que colocamos un volumen de varias alturas con forma de «L» que genera un recoleto patio inglés, orientado a sur y delimitado por tapias, capaz de otorgar a la casa la privacidad e iluminación necesarias.
Cuando entramos a la vivienda, pasamos por un porche de entrada que al mismo tiempo actúa como garaje, desde el cual podemos ver el patio y la conexión que este espacio crea entre las distintas alturas de la vivienda.
La planta de entrada a la vivienda, así como su planta inferior, corresponden a las estancias más públicas de la casa: salón, cocina, comedor… mientras que las plantas superiores corresponden a estancias más privadas como son las habitaciones o el estudio de la última planta.
Todas estas estancias se vuelcan hacia el interior del patio a través de grandes ventanales de suelo a techo, destacando la planta inferior y su conexión con el espacio abierto y la piscina. Dada la relevancia del patio de esta vivienda, se otorga una materialidad especial que lo distinguiera del resto de la casa.
De este modo, se crea un lenguaje dual entre las fachadas del proyecto; por un lado, unos blancos muros neutros para las fachadas más perimetrales, y, por otro lado, un sugerente muro de ladrillo manual para las fachadas del patio más interiores.
Además, es importante destacar la colocación de este ladrillo, conformando unas líneas verticales en forma de lamas que crean esa dinámica composición de fachada tan característica. Este lenguaje dual se extrapola también hacia el interior de la vivienda, apareciendo algunas de las estancias más importantes de la casa matizadas por el material cerámico.
Algunos ejemplos son el muro de ladrillo visto de la cocina; o el más impactante, el techo de bovedillas cerámicas de la planta inferior. El resto del interior de la vivienda, mantiene un carácter más neutral con colores claros, destacando el elemento de la escalera, que se lleva a la mínima expresión con una delgada pletina metálica que se sostiene por varios tensores de color blanco.