Debido a la depopulación del centro, la naturaleza ha empezado a conquistar la ciudad, creando nuevos espacios verdes descontrolados. El Jardín Botánico Vertical forma parte de un programa nuevo y repensado de urbanismo ecológico.
Descripción del proyecto por SAA/Stan Allen Architect
La Planta Packard es una obra elemental de arquitectura. Packard número diez de Albert Kahn, completado en 1905, fue la primera fábrica de automóviles que se construyó en hormigón armado. Kahn continuaría trabajando en el sitio de 40 acres durante casi cuatro décadas mientras que el complejo creció a su extensión inmensa de 3.500.000 pies cuadrados. La Planta Packard no es tanto un edificio como un conjunto en serie de partes - columnas, losas, ventanas, techo. Es el espacio de producción arquetípico del siglo XX. Hoy en día existe como una ruina, preservada casi accidentalmente, en parte debido a la fuerza de su construcción de hormigón armado.
Cualquier propuesta para reutilizar la planta de Packard debe llegar a un acuerdo con las duras realidades de Detroit contemporáneo. En algún momento una ciudad dinámica impulsada por la prosperidad de la industria automovilística, hoy Detroit está marcada por el declive. El paisaje urbano y social ha sido vaciado por la pobreza y el abandono, y la base económica es frágil. Los signos positivos sobre el terreno hoy en día, como el renacimiento parcial del centro y la remodelación del Cass Corridor, no se adaptan a la Planta de Packard. El sitio es demasiado remoto, la escala demasiado vasta y el tejido urbano demasiado fragmentado. En resumen, las estrategias habituales de diseño urbano no funcionarán aquí. Por otra parte, los activos del sitio son extraordinarios, comenzando con la calidad y la escala de la propia arquitectura. Se trata de una arquitectura radical basada en repeticiones interminables y amplios espacios horizontales. Rechazando la seducción de la ruina post-industrial, nuestro proyecto busca oportunidades en el carácter elemental de la propia arquitectura: una plataforma para nuevos programas y un nuevo futuro para Detroit.
El proyecto opera en cuatro niveles interrelacionados: urbano, infraestructural, arquitectónico y programático. Esta separación en niveles es solamente provisional, y las partes - como la ciudad misma - forman un todo más grande, un todo "difícil". Sobre todo, nuestro enfoque es fundamentalmente arquitectónico: estos cuatro niveles representan cuatro dimensiones esenciales de la imaginación del arquitecto.
Estrategia Urbana: Ciudad dentro de una Ciudad
Detroit se enfrenta a una versión más extrema del problema que enfrentan muchas ciudades estadounidenses: una pérdida de densidad dentro del centro de la ciudad tradicional y los suburbios interiores, y el aumento de la expansión en los suburbios ex-urbanos. No es realista pensar que podría ser posible retroceder el reloj y crear vecindarios vibrantes de uso mixto basados en la densidad, la conectividad local y la restauración del tejido urbano. Como modelo alternativo, proponemos en su lugar que la ciudad sea repoblada gradualmente con una serie de nodos urbanos densos: islas de urbanismo en una matriz más grande de espacio abierto. Esta idea, formulada por O. M. Ungers como urbanismo del archipiélago, tiene una relevancia particular para Detroit contemporáneo. Al conectar el complejo de Packard directamente con el sistema interestatal, un nuevo desarrollo en el sitio puede aprovechar la riqueza de los suburbios, así como los recursos culturales de la ciudad. La escala del sitio se convierte en su principal ventaja: con más de 100 acres de superficie construida disponible, el complejo tiene la masa crítica para crear su propia dinámica interna.
Estrategia de Infraestructura: Plataforma Equipada
La arquitectura de la ciudad necesita anticipar el cambio. La tarea del arquitecto en este inmenso sitio no es guiar el futuro sino crear las condiciones para la diversidad programática. Nuestra propuesta concibe el sitio como un paisaje o un fragmento urbano: un nuevo terreno para el desarrollo. La arquitectura de la Planta Packard ya es infraestructural: un conjunto de columnas y losas que una vez formaron las superficies de trabajo para la fábrica. En la planta de Packard la escala de los espacios actuales se rige por la necesidad de una fábrica con luz natural; en el futuro, proponemos rellenar los patios para crear una sección disponible para una gama amplia de nuevos usos. A su vez, estas nuevas plataformas están provistas de sistemas de movimiento, información y acceso que permiten que una vibrante ecología programática florezca en el lugar.
Estrategia Arquitectónica: Campo Array
El complejo es demasiado grande para ser concebido como un solo edificio, o para ser abordado por una estrategia arquitectónica uniforme. Al igual que la ciudad en sí, a medida que el proyecto crece necesita ser capaz de acomodar las contribuciones de muchos arquitectos manteniendo una consistencia de tipo y morfología. Nuestra estrategia -una variedad de objetos arquitectónicos de menor escala dispersos en toda la superficie disponible del proyecto- permite una diferenciación local y, al mismo tiempo, mantiene la coherencia global. Al aprovechar las grandes superficies horizontales y agruparse alrededor de los programas de anclaje, la textura urbana del proyecto no está tanto diseñada, sino que se desarrolla con el tiempo, basada en relaciones entre una multitud de pequeños elementos.
Estrategia programática: nueva naturaleza
En el oeste americano y en el centro oeste, las ciudades siempre han sido expansivos campos horizontales, abiertos al cambio y porosos a la naturaleza. En Detroit esta condición se ha exagerado en las últimas décadas, ya que la ciudad ha perdido la población, y vastas áreas de tejido urbano han sido demolidas. Con grandes franjas de espacios verdes incontrolados que aparecen en la ciudad, y la agricultura urbana que emerge a nivel local, la ciudad está ahora en la naturaleza y la naturaleza está en la ciudad. ¿Cómo podemos construir sobre este emergente urbanismo ecológico de una manera más deliberada? Una presencia institucional catalizaría el crecimiento futuro, pero una cosa que aprendemos de la ecología es que los monocultivos son inherentemente inestables. Por lo tanto, proponemos una ecología programática compleja anclada alrededor de un nuevo Jardín Botánico Vertical, un híbrido de cultura y naturaleza.
Históricamente, el jardín botánico se ha asociado con la investigación científica, la recolección y la conservación. Hoy en día los jardines botánicos se han convertido en vibrantes espacios públicos dedicados al ocio y la educación. Anticipamos que entre el 40 y el 60% de la nueva superficie podrá ser ocupada por el Jardín Botánico Vertical. Esta nueva institución complementaría los actuales jardines de Belle Isle, centrándose en el interior y, con el apoyo de la universidad, tendría un enfoque de investigación más fuerte. Como un programa, el jardín botánico merece ser repensado. El Jardín Botánico Vertical funciona como una institución cívica progresista que se ocupa de la ecología urbana, recuperando sus funciones científicas originales mientras sigue sirviendo como espacio público y educativo. La arquitectura radical de la planta de Packard puede catalizar esta innovación programática.
