1963-1983.
Durante su primera década como fotógrafo, Emmet Gowin trabajó con una Leica de 35 mm y con una cámara de fuelle de 4 x 5 pulgadas. A comienzos de los setenta, un hecho casual le llevó a utilizar la lente de su anterior cámara en una de 8 x 10 pulgadas, de esta mezcla resultaron unas imágenes circulares que sugieren una nueva mirada, secreta y misteriosa.Sus primeras obras recogen escenas de la vida cotidiana, donde tanto Edith, su mujer —con la que se casó en 1964—, como su familia, cobran un papel protagonista. Aún así, será su esposa, desde los comienzos y hasta el final, el motivo principal más reiterado de sus obras. Descubriremos en estas fotografías una visión artística cimentada en la fuerza de la comunicación entre personas que se aman y respetan profundamente, así como una comprensión de la sexualidad como parte de la propia naturaleza, donde el cuerpo es aceptado en todos sus estados y funciones.
Edith, Newtown (Virginia), 1963. Gelatina de plata. Fotografía © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, Nueva York.
Italia: 1975-1985.
El gusto de Gowin por la naturaleza de su entorno comenzó a desarrollarse muy temprano. Influenciado por la educación profundamente religiosa que había recibido de un padre metodista y una madre cuáquera, Emmet Gowin se alió desde niño con una comprensión del mundo donde, más que trascender hacia lo divino, era capaz de revelar la presencia de lo sagrado en la naturaleza. En los años setenta, el artista inició un trabajo de documentación de paisajes, para el que realizó numerosos viajes por Europa, Asia y América. Una decena de fotografías de esta etapa realizadas en Italia entre 1975 y 1985 se podrán contemplar en la exposición.
Siena (Italia), 1975. Gelatina de plata. Fotografía © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, Nueva York.
Monte St. Helen´s: 1980-1984.
En 1980 tuvo lugar una de las erupciones volcánicas más catastróficas del siglo XX y la mayor ocurrida en los Estados Unidos. Sucedió en el Monte St. Helen´s, en Washington. Este acontecimiento resultó determinante en la orientación que tomaría la carrera de Emmet Gowin en el futuro. Con el fin de documentar esta devastación volcánica, Gowin decidió iniciarse en la fotografía aérea y descubrió su fascinación por un punto de vista que no había explorado hasta el momento. A partir de entonces llevó a cabo importantes trabajos de fotografía aérea en diversos países a lo largo de más de veinte años.
El monte St. Helens (Washington),1980. Gelatina de plata. Fotografía © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, Nueva York.
Petra: 1982-1985.
«Y vi Petra, y conectó conmigo de una manera muy profunda. Como algo que había visto en la Biblia de mi padre, algo que había conocido siempre, algo sobre el siglo primero. La vida que había sido vivida antes de nosotros» (Emmet Gowin).
A través de las imágenes de Petra el artista nos transmite su mirada personal. Muy lejos de verla como las ruinas de un antiguo reino, Emmet Gowin comparte con el espectador la percepción de una belleza que tiene la capacidad de despertar en nosotros una rica variedad de recuerdos y emociones. En cuanto a la técnica, esta serie significó un salto cualitativo en el proceso de impresión de la imagen que Gowin desarrolló, ya que por primera vez utilizaba alteraciones cromáticas.
La plaza y las tumbas corintias, Petra (Jordania), 1985. Gelatina de plata. Fotografía © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, Nueva York.
Fotografías aéreas: 1986-2012.
Desde 1986 Emmet Gowin ha dedicado especial atención, a través de la fotografía aérea, a los territorios devastados por la acción humana en el medio y lejano Oeste de los Estados Unidos y en otros países como Checoslovaquia. Ha documentado los círculos de irrigación en Kansas que consumen millones de litros de agua a pesar de no tenerla, los desiertos de Nevada que asemejan un paisaje lunar por la acción de las pruebas nucleares, o las minas de carbón a cielo abierto y las centrales térmicas de Checoslovaquia que contaminan un enorme territorio periférico. Lejos de emitir un juicio sobre la degradación ambiental provocada por la explotación humana, Gowin reivindica la capacidad del arte para redimir nuestra acción destructora. Sus fotografías aéreas resultan realmente sorprendentes por su capacidad de ofrecer al mismo tiempo una visión descriptiva y abstracta del paisaje. Esta sección presenta además varias vistas de Andalucía, capturadas por Emmet Gowin hace tan solo unos meses por encargo de FUNDACIÓN MAPFRE.
Abanico aluvuial, drenaje natural cerca del polígono de tiro de Yuma y de la frontera entre Arizona y California, 1988. Gelatina de plata. Fotografía © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, Nueva York.
Edith: 1980-2000.
«Aunque toda labor creativa requiere un encuentro con lo desconocido y una visita a lugares que aún no comprendemos, tomar imágenes de Edith sigue siendo el hilo conductor y la experiencia redentora de mi vida: es, en gran medida, el poema que ocupa el centro de mi obra. Estas fotos expresan lo que siento por el mundo», el fotógrafo.
Esta sección reúne diez de los retratos que Gowin hizo a su mujer, Edith, entre 1980 y 2000, un pequeño homenaje a la persona que seguramente más ha influido en su vida y en su obra.
Edith, Danville (Virginia), 1999. Gelatina de plata. Fotografía © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, Nueva York.
Mariposas nocturnas. Edith en Panamá: 2001-2005.
A Gowin siempre le han fascinado los insectos y la biología tropical. Con el propósito de hacer una exhaustiva catalogación de mariposas nocturnas, viajó a Latinoamérica, donde trabajó durante varios años.Gowin siempre viajaba con su mujer, sin embargo Edith no acudió esta vez a tierras tropicales. En pleno trabajo, fotografiando y catalogando mariposas, se encontró en la cartera una imagen recortada de su esposa, un papel con su silueta, que el artista decidió incorporar en sus fotografías dando lugar a una serie de creaciones originales, elaboradas con técnicas novedosas hasta el momento en la carrera del artista.
Organización.- Fundación Mapfre.
Localización.- Avda. General Perón, 40. Madrid.
Lugar.- Sala Azca.
Fecha.- Desde el 29 Mayo al 1 de Septiembre.
Horario.- 14:00 a 21:00 los lunes, martes a sábado de 10:00 a 21:00 y domingos y festivos de 12:00 a 20:00.