The Dark Line nos animó a considerar cómo la arquitectura en el paisaje puede actuar en la interfaz del subsuelo para reparar o vincularse con el mundo de arriba, pero también para enlazar el tiempo, las culturas humanas, y no humanas, y la naturaleza. Una conclusión apropiada para el congreso UNEARTH, donde el proyecto atraviesa las cuatro corrientes de pensamiento del festival TIERRA SUBTERRÁNEA – TIERRA NATURAL – TIERRA DE NUESTROS ANCESTROS – TIERRA FÉRTIL (Subterranean Earth – Raw Earth – Deep Earth – Fertile) interactuando con los elementos y la vida que se encuentran bajo la superficie de la tierra, pero también con las dimensiones metafóricas y simbólicas del paisaje.
The Dark Line surgió de un concurso para proyectar un sendero para bicicletas y peatones a través de dos antiguos túneles ferroviarios que habían sido abandonados a la intemperie y se estaban abriendo al turismo y el entretenimiento. La Dark Line subterránea posee ese tipo de gran belleza que se encuentra «al borde de la luz». Como si de un claroscuro del gran maestro Carravagio se tratase, el proyecto manipula el contraste entre la luz y la oscuridad, esta singular distinción da forma a la composición narrativa y crean una sensación de materia al dar forma a la experiencia mental y tridimensional del espacio eco-histórico de Taiwán.
Michelangelo Merisi da Caravaggio. Natividad con San Francisco.
Ubicado al este de Taipei, los orígenes de The Dark Line se remontan a principios del siglo XX durante el período colonial en el que Taiwán estaba gobernado por los japoneses. Al igual que otros legados coloniales, la experiencia colonial de Taiwán es compleja y el trauma está entrelazado con los logros tecnológicos y culturales. En el caso de Taiwán, esto supuso la monumental construcción de la red ferroviaria nacional que se utilizó para extraer una cantidad igualmente monumental de carbón y otros recursos para enriquecer a Japón. De esta manera, The Dark Line es un lugar con una «Herencia Oscura» o «Turismo Oscuro». El patrimonio cultural oscuro está asociado con sitios reales y mercantilizados de violencia, desastres y depravación humana, y han surgido en lugares, paisajes y artefactos. A pesar de un aumento importante en el deseo de experimentar el turismo oscuro, el patrimonio oscuro es a menudo un trabajo en constante evolución del que se puede obtener una interpretación más rica vinculando historias a menudo tangentes con el contexto físico, cultural, social, político e histórico en el que tuvieron lugar los acontecimientos históricos.
Joseph Mallord William Turner, 1775–1851, británico, Staffa, Cueva de Fingal, 1831 a 1832.
Este trasfondo de complejidad está en juego en The Dark Line con sus atmósferas cambiantes y su juego entre la luz y la oscuridad; es la tensión entre la superficie y lo subterráneo. Consta de una secuencia de dos túneles unidos y un sinuoso puente colgante que conecta las ciudades ferroviarias de Mudan y Sandiaoling. Este ferrocarril fue construido, en lo alto de las montañas, entre junio de 1919 y septiembre de 1922 por una empresa constructora japonesa, y finalmente fue abandonado debido a las limitaciones en su capacidad. Cayó en el abandono dejando que la naturaleza creciese a su antojo y convirtiéndose en un hábitat para murciélagos con una exuberante maleza.
Al explorar por primera vez los túneles, Michèle & Miquel quedaron fascinados por el dramatismo de la topografía, los restos industriales entre las verdes garras de la naturaleza. Su impulso inicial fue «no hacer nada», para no perturbar este encantador mundo perdido. Sin embargo, con precisión y rigor han insertado una estructura rotunda, pero delicada, que permite que surjan nuevas narrativas. A lo largo de toda la ruta, un único material define y forma el camino: las barras de acero corrugado o «armaduras». Según los arquitectos, este material se repite para ayudar a que desaparezca en el fondo y enfatizar el patrimonio industrial y natural a lo largo de la ruta en contraposición al nuevo camino en sí. El material utilizado es crudo y brutal pero moldeado con gran cuidado y delicadeza. Esta dualidad es acertada y habla de la historia industrial del lugar y de las muchas formas en que una sola línea podría evolucionar en el espacio y el tiempo.
The Dark Line por Michèle & Miquel y dA VISION DESIGN. Fotografía por LU Yu-Jui.
La estructura, tan repetitiva y fluida como la respiración, es continua y se pliega en momentos para formar diferentes elementos como asientos, señales o incluso pequeños miradores con vistas a los cañones que se encuentran debajo. Aunque el material es repetitivo, se desplaza y se moldea de acuerdo con la topografía cambiante del camino. La ruta tiene cinco tramos. Al inicio del camino se levanta la plataforma para dejar intacto el terreno histórico existente. Los árboles y la hierba pueden crecer libremente a través de las barras, al igual que la fauna que habita en el bosque circundante.
La sensación es la de estar en un bosque rodeado por el canto de los pájaros, el chirrido de los insectos, el susurro de las hojas y el goteo del agua que fluye debajo del camino. El siguiente tramo atraviesa la cavernosa oscuridad del túnel. El túnel industrial abovedado se ilumina para realzar la pátina de las paredes de su construcción industrial y el camino de armaduras se proyecta en una silueta oscura y dramática tridimensional que se lee como una imagen «en negativo» contra las paredes del túnel iluminadas en positivo.
The Dark Line por Michèle & Miquel y dA VISION DESIGN. Fotografía por LU Yu-Jui.
La iluminación baña el suelo del túnel abovedado revelando los riachuelos de agua que fluyen bajo el camino de armaduras. La silueta de las barras de acero corrugado retroiluminadas y el suave baño de la luz en las paredes del túnel generan un gran interés textural que se puede apreciar a pie o en bicicleta. A través de las armaduras se pueden ver diferentes materiales, desde el agua hasta el lastre del antiguo ferrocarril y el material rocoso natural de las laderas. La fuente de luz es suave e indirecta, ya que está inclinada hacia el suelo, minimizando así la molestia a las criaturas nocturnas, como los murciélagos que cuelgan del techo en la semioscuridad y los patrones arremolinados de los residuos de humo de los trenes del pasado siglo XX.
Al final de esta larga galería subterránea, el camino llega al fondo de un alto pozo de luz vertical como un patio natural erosionado por los elementos. Los rayos del sol se filtran a través de las capas de follaje que se derraman por los acantilados y se combinan con las vaporosas corrientes de aire que se arremolinan desde el túnel para formar una atmósfera mística. Tras esta apertura comienza el segundo túnel al que sigue una amplia curva que se abre hacia el desfiladero del río Keeling. Antes de adentrarse en el nuevo puente existe un estanque reflectante que invita a contemplar el vacío que dejó el desaparecido puente. Alimentado por flujos naturales, este estanque de espejos se extiende sobre el desfiladero en un saliente triangular y una cascada goteante. El estanque apunta hacia el espectacular desfiladero que se encuentra debajo. Hay una correspondencia y una referencia simbólica a nuestro propio ser en un momento de la historia, entre los recuerdos del pasado y el futuro desconocido.
The Dark Line por Michèle & Miquel y dA VISION DESIGN. Fotografía por LU Yu-Jui.
La sección final de la ruta incluye un puente encaramado en lo alto del acantilado. Una serie de pilares de hormigón se colocan contra el acantilado a intervalos regulares, cuidadosamente ubicados para preservar los árboles y la vegetación maduros. Con pilares construidos con piedra tallada, la cubierta permanece con armaduras. Los marcos de la plataforma son de construcción repetitiva y todos idénticos fabricados en el taller para adaptarse a la geometría rigurosa de la pasarela, que está proyectada con una serie repetida y regular de arcos que primero giran en una dirección y luego se invierten para dar forma al camino serpenteante y sinuoso. Para transportar las secciones de la plataforma de armadura se utilizó un ingenioso sistema de rieles. El método permite reducir al mínimo la necesidad de andamios, cuya instalación es complicada en estas zonas montañosas, prescindir de carreteras secundarias en el lugar y prefabricar la mayoría de los elementos en el taller, limitando el lugar a un montaje sistemático de grandes elementos deslizantes.
The Dark Line da a lo subterráneo un valor como paisaje alternativo e integral en capas. Las excavaciones profundas son parte fundamental de la cultura urbana y humana. Las ciudades integran extensas infraestructuras subterráneas y requieren recursos y la posterior excavación de minas es de una escala tan grande que pueden envolver asentamientos enteros. Del mismo modo, las culturas pasadas han habitado y creado espacios subterráneos por razones ecológicas y de refugio. «The Dark Line» ilumina esas historias y activa la reflexión sobre el suelo que se encuentra bajo nuestros pies. Al hacerlo, busca revertir la concepción terra nullius que tan a menudo tenemos de lo subterráneo. Aquí no tenemos vacío ni ausencia, sino una oscuridad momentánea y un juego de sombras que pasan como lo hacen la noche y el día.
The Dark Line surgió de un concurso para proyectar un sendero para bicicletas y peatones a través de dos antiguos túneles ferroviarios que habían sido abandonados a la intemperie y se estaban abriendo al turismo y el entretenimiento. La Dark Line subterránea posee ese tipo de gran belleza que se encuentra «al borde de la luz». Como si de un claroscuro del gran maestro Carravagio se tratase, el proyecto manipula el contraste entre la luz y la oscuridad, esta singular distinción da forma a la composición narrativa y crean una sensación de materia al dar forma a la experiencia mental y tridimensional del espacio eco-histórico de Taiwán.
Michelangelo Merisi da Caravaggio. Natividad con San Francisco.
Ubicado al este de Taipei, los orígenes de The Dark Line se remontan a principios del siglo XX durante el período colonial en el que Taiwán estaba gobernado por los japoneses. Al igual que otros legados coloniales, la experiencia colonial de Taiwán es compleja y el trauma está entrelazado con los logros tecnológicos y culturales. En el caso de Taiwán, esto supuso la monumental construcción de la red ferroviaria nacional que se utilizó para extraer una cantidad igualmente monumental de carbón y otros recursos para enriquecer a Japón. De esta manera, The Dark Line es un lugar con una «Herencia Oscura» o «Turismo Oscuro». El patrimonio cultural oscuro está asociado con sitios reales y mercantilizados de violencia, desastres y depravación humana, y han surgido en lugares, paisajes y artefactos. A pesar de un aumento importante en el deseo de experimentar el turismo oscuro, el patrimonio oscuro es a menudo un trabajo en constante evolución del que se puede obtener una interpretación más rica vinculando historias a menudo tangentes con el contexto físico, cultural, social, político e histórico en el que tuvieron lugar los acontecimientos históricos.
Joseph Mallord William Turner, 1775–1851, británico, Staffa, Cueva de Fingal, 1831 a 1832.
Este trasfondo de complejidad está en juego en The Dark Line con sus atmósferas cambiantes y su juego entre la luz y la oscuridad; es la tensión entre la superficie y lo subterráneo. Consta de una secuencia de dos túneles unidos y un sinuoso puente colgante que conecta las ciudades ferroviarias de Mudan y Sandiaoling. Este ferrocarril fue construido, en lo alto de las montañas, entre junio de 1919 y septiembre de 1922 por una empresa constructora japonesa, y finalmente fue abandonado debido a las limitaciones en su capacidad. Cayó en el abandono dejando que la naturaleza creciese a su antojo y convirtiéndose en un hábitat para murciélagos con una exuberante maleza.
Al explorar por primera vez los túneles, Michèle & Miquel quedaron fascinados por el dramatismo de la topografía, los restos industriales entre las verdes garras de la naturaleza. Su impulso inicial fue «no hacer nada», para no perturbar este encantador mundo perdido. Sin embargo, con precisión y rigor han insertado una estructura rotunda, pero delicada, que permite que surjan nuevas narrativas. A lo largo de toda la ruta, un único material define y forma el camino: las barras de acero corrugado o «armaduras». Según los arquitectos, este material se repite para ayudar a que desaparezca en el fondo y enfatizar el patrimonio industrial y natural a lo largo de la ruta en contraposición al nuevo camino en sí. El material utilizado es crudo y brutal pero moldeado con gran cuidado y delicadeza. Esta dualidad es acertada y habla de la historia industrial del lugar y de las muchas formas en que una sola línea podría evolucionar en el espacio y el tiempo.
The Dark Line por Michèle & Miquel y dA VISION DESIGN. Fotografía por LU Yu-Jui.
La estructura, tan repetitiva y fluida como la respiración, es continua y se pliega en momentos para formar diferentes elementos como asientos, señales o incluso pequeños miradores con vistas a los cañones que se encuentran debajo. Aunque el material es repetitivo, se desplaza y se moldea de acuerdo con la topografía cambiante del camino. La ruta tiene cinco tramos. Al inicio del camino se levanta la plataforma para dejar intacto el terreno histórico existente. Los árboles y la hierba pueden crecer libremente a través de las barras, al igual que la fauna que habita en el bosque circundante.
La sensación es la de estar en un bosque rodeado por el canto de los pájaros, el chirrido de los insectos, el susurro de las hojas y el goteo del agua que fluye debajo del camino. El siguiente tramo atraviesa la cavernosa oscuridad del túnel. El túnel industrial abovedado se ilumina para realzar la pátina de las paredes de su construcción industrial y el camino de armaduras se proyecta en una silueta oscura y dramática tridimensional que se lee como una imagen «en negativo» contra las paredes del túnel iluminadas en positivo.
The Dark Line por Michèle & Miquel y dA VISION DESIGN. Fotografía por LU Yu-Jui.
La iluminación baña el suelo del túnel abovedado revelando los riachuelos de agua que fluyen bajo el camino de armaduras. La silueta de las barras de acero corrugado retroiluminadas y el suave baño de la luz en las paredes del túnel generan un gran interés textural que se puede apreciar a pie o en bicicleta. A través de las armaduras se pueden ver diferentes materiales, desde el agua hasta el lastre del antiguo ferrocarril y el material rocoso natural de las laderas. La fuente de luz es suave e indirecta, ya que está inclinada hacia el suelo, minimizando así la molestia a las criaturas nocturnas, como los murciélagos que cuelgan del techo en la semioscuridad y los patrones arremolinados de los residuos de humo de los trenes del pasado siglo XX.
Al final de esta larga galería subterránea, el camino llega al fondo de un alto pozo de luz vertical como un patio natural erosionado por los elementos. Los rayos del sol se filtran a través de las capas de follaje que se derraman por los acantilados y se combinan con las vaporosas corrientes de aire que se arremolinan desde el túnel para formar una atmósfera mística. Tras esta apertura comienza el segundo túnel al que sigue una amplia curva que se abre hacia el desfiladero del río Keeling. Antes de adentrarse en el nuevo puente existe un estanque reflectante que invita a contemplar el vacío que dejó el desaparecido puente. Alimentado por flujos naturales, este estanque de espejos se extiende sobre el desfiladero en un saliente triangular y una cascada goteante. El estanque apunta hacia el espectacular desfiladero que se encuentra debajo. Hay una correspondencia y una referencia simbólica a nuestro propio ser en un momento de la historia, entre los recuerdos del pasado y el futuro desconocido.
The Dark Line por Michèle & Miquel y dA VISION DESIGN. Fotografía por LU Yu-Jui.
La sección final de la ruta incluye un puente encaramado en lo alto del acantilado. Una serie de pilares de hormigón se colocan contra el acantilado a intervalos regulares, cuidadosamente ubicados para preservar los árboles y la vegetación maduros. Con pilares construidos con piedra tallada, la cubierta permanece con armaduras. Los marcos de la plataforma son de construcción repetitiva y todos idénticos fabricados en el taller para adaptarse a la geometría rigurosa de la pasarela, que está proyectada con una serie repetida y regular de arcos que primero giran en una dirección y luego se invierten para dar forma al camino serpenteante y sinuoso. Para transportar las secciones de la plataforma de armadura se utilizó un ingenioso sistema de rieles. El método permite reducir al mínimo la necesidad de andamios, cuya instalación es complicada en estas zonas montañosas, prescindir de carreteras secundarias en el lugar y prefabricar la mayoría de los elementos en el taller, limitando el lugar a un montaje sistemático de grandes elementos deslizantes.
The Dark Line da a lo subterráneo un valor como paisaje alternativo e integral en capas. Las excavaciones profundas son parte fundamental de la cultura urbana y humana. Las ciudades integran extensas infraestructuras subterráneas y requieren recursos y la posterior excavación de minas es de una escala tan grande que pueden envolver asentamientos enteros. Del mismo modo, las culturas pasadas han habitado y creado espacios subterráneos por razones ecológicas y de refugio. «The Dark Line» ilumina esas historias y activa la reflexión sobre el suelo que se encuentra bajo nuestros pies. Al hacerlo, busca revertir la concepción terra nullius que tan a menudo tenemos de lo subterráneo. Aquí no tenemos vacío ni ausencia, sino una oscuridad momentánea y un juego de sombras que pasan como lo hacen la noche y el día.
Texto por Scott Hawken