La estrategia que siguieron los arquitectos está guiada por una estructura de continuo diálogo entre los locales y espacio público de la calle. Para llevarla a cabo, se inserta nueva vegetación en lugar, hay una mejora de la iluminación, las fachadas se transforman en objetos contemplativos y la plaza se convierte en un lugar que incita el encuentro de los vecinos.
Se suma a esta obra la construcción de una nueva Escuela de Arte y la remodelación de una cooperativa ya existente.
Encaje urbano de las principales acciones. Reactivación de la Plaza del Carme por unparelld'arquitectes.
Reactivación de la Plaza del Carme por unparelld'arquitectes. Fotografía por José Hevia.
Descripción del proyecto por unparelld'arquitectes
El comercio es una parte integral de la calle. La mejora de la vitalidad, la comodidad y la seguridad del espacio público se hizo fomentando la ocupación de las tiendas cerradas y haciendo hincapié en las relaciones a través de los escaparates. Esa fue la tarea desarrollada en la calle en el proyecto ¡Buenos días, Carme! (Olot, 2021). En un solo año se abrieron 1000 m² de comercios y se rediseñaron 120 m de fachada en una sola plaza del casco antiguo.
Los cambios en el modelo de consumo han provocado que los centros de muchas ciudades se encaminen hacia un fuerte declive comercial. Partiendo de la premisa de que la actividad y el carácter de la calle dependen de las fachadas y de lo que ocurre detrás de ellas, la renovación urbana de estos espacios implicó inevitablemente la movilización del banco de locales vacíos de la planta baja. En los escaparates es donde se estableció esta relación, con extensiones hacia el exterior con toldos y mesas de pedestal y hacia el interior con los productos expuestos.
Así pues, era conveniente difuminar las fronteras entre lo público y lo privado, desde una perspectiva física y, sobre todo, desde el punto de vista de la gestión municipal. Ese fue el punto de partida del proyecto ¡Buenos días, Carme!, que se unió y fue de la mano de una esperanza colectiva: la reactivación de la plaza del Carme en el centro de Olot. Se replanteó el urbanismo tradicional, destinando el 70% del presupuesto a las plantas bajas. El proyecto incluía también la apertura de la Escuela de Arte de la ciudad y la remodelación de un almacén para una cooperativa de consumo. Es un proyecto, en el que participan 3 promotores y 8 comerciantes.
El planteamiento fue similar a la acupuntura, como un catálogo de acciones que añaden complejidad y profundidad a las relaciones entre la calle y las plantas bajas. Este catálogo contemplaba la plantación de árboles de hoja caduca para complementar las fachadas, la iluminación de la calle desde el perímetro y desde el interior, la conversión de huecos vacíos en nichos para exponer esculturas de la Escuela de Arte y la revisión de los escaparates para dotarlos de la mayor transparencia posible y hacerlos dialogar con la calle.
Durante los nueve meses que duraron las obras, se instaló en la plaza la "oficina Carme", donde cocinamos ideas sobre cómo reactivar el espacio. Este fue el punto de encuentro entre vecinos, comerciantes, propietarios y técnicos, que también asumieron el papel de facilitadores, gestores y mediadores. Dividir el proyecto en etapas nos permitió adaptarlo a las nuevas necesidades detectadas.