La geometría y la disposición de los edificios con respecto a los vientos dominantes, desde el norte y el sur, generan automáticamente zonas de presiones positivas y negativas.
Estos nuevos escenarios fueron parte del atractivo de los IX Juegos Deportivos Suramericanos de Medellín y hoy su estructura geográfica y su concepto están transformando el entorno urbano que los rodea.
Descripción del proyecto por Equipo Mazzanti y Plan b
Diseñados por Giancarlo Mazzanti y Felipe Mesa, los cuatro estadios de baloncesto, voleibol, combate y gimnasia para los IX Juegos Deportivos Suramericanos, fueron los ganadores del primer premio del pasado Concurso Internacional de Arquitectura, Urbanismo y Paisajismo, promovido por la Alcaldía de Medellín y la Sociedad Colombiana de Arquitectos de Antioquia.
“El proyecto fue planteado como una nueva configuración geográfica al interior del alargado Valle de Aburrá, a medio camino entre el cerro Nutibara y el cerro El Volador. Es una topografía arquitectónica con cualidades específicas paisajísticas y espaciales; desde la lejanía o desde lo alto posee una imagen geográfica abstracta y festiva y desde su interior, el movimiento de la estructura de cubierta genera el acceso de una luz tenue y filtrada, adecuada para la realización de eventos deportivos”
Giancarlo Mazzanti y Felipe Mesa.
Este complejo de escenarios deportivos entiende lo interior y lo exterior, lo edificado y lo abierto, de manera unificada. El espacio público exterior y los coliseos se plantean en una relación espacial continua, gracias a una gran cubierta construida a través de unas extensas franjas de relieve. Los cuatro coliseos funcionan de manera independiente, pero desde el punto de vista urbano y espacial se comportan como una gran unidad con espacios públicos abiertos, espacios públicos cubiertos, e interiores deportivos.
Así mismo el proyecto se suma al sentido urbano existente, respetando la posición del coliseo Iván de Bedout, permitiendo ventajas como la continuidad e introducción visual y peatonal de la Carrera 70 al interior de la unidad deportiva Atanasio Girardot; la creación de cuatro nuevas plazas triangulares y conectadas, que enriquecen el espacio urbano del paseo de la Carrera 70, permitiendo el intercambio social y deportivo, y la libre circulación peatonal alrededor de todos los edificios.
- Con las mejores especificaciones
La forma de los edificios viene definida por la estructura misma, y para esto se optó por una estructura modular en acero. La estructura de cubierta esté conformada por pares de cerchas metálicas distanciadas ocho metros entre sí, configurando franjas que representan el módulo base de la estructura, que se repite a lo largo de toda la cubierta. Cada cercha en sus extremos se apoya en tríos de columnas metálicas, localizadas detrás de las graderías, en las zonas exteriores de cada coliseo.
Los pórticos conformados, permiten vencer las luces de 65 y 85 metros cubriendo los espacios de las canchas, las graderías y las circulaciones laterales a las mismas. Entre franjas hay unas canoas que recogen el agua y dilatan las franjas, permitiendo la entrada de luz filtrada a través de cerramientos laterales en policarbonato opalizado. Las cerchas vienen armadas desde planta en módulos y se ensamblan en obra a través de grúas de obra simple: este sistema es el más sencillo y eficiente en el país para el montaje de elementos prefabricados en acero.
La estructura metálica está recubierta en la parte superior por placas de fibrocemento sobre las cuales se colocó membranas reforzadas de PVC en tres tonos verdes como acabado final. La estructura de las graderías es en hormigón reforzado a la vista y las graderías son prefabricadas en el mismo material. En cada nuevo escenario deportivo los programas y zonas de competencia están hundidos un nivel con respecto al nivel urbano, y las cubiertas se elevan para obtener la altura adecuada de las competencias.
El tratamiento bioclimático en el proyecto produce condiciones interiores adecuadas de temperatura al protegernos del sol durante el día y evacuando el calor excesivo que se pueda producir dentro de lo espacios mediante sistemas de ventilación natural.
La geometría y la disposición de los edificios con respecto a los vientos dominantes, desde el norte y el sur, generan automáticamente zonas de presiones positivas y negativas. Esta diferencia de presiones genera movimientos de las corrientes de vientos, las cuales entran por las cuatro fachadas permeables y es extraído por unas aperturas en cubierta (recubrimiento en lámina metálica en las canoas de servicio)
Uno de los elementos más interesantes del proyecto es su versatilidad y su impacto al entorno social, ya que los nuevos edificios funcionan como unidades independientes durante los juegos deportivos, y en otros momentos y eventos tienen la posibilidad de abrirse al público general.
Sin duda, estos nuevos escenarios fueron parte del atractivo de los IX Juegos Deportivos Suramericanos de Medellín y hoy su estructura geográfica y su concepto están transformando el entorno urbano que los rodea.