El estudio de arquitectura vasco HIKA arkitektura ha diseñado este polideportivo fuera del casco histórico de Balmaseda, en una zona sin demasiada actividad urbana. Los arquitectos han utilizado el edificio para volver a traer la vida a esas calles.
Descripción del proyecto por HIKA arkitektura
Balmaseda es un municipio de la comarca de Las Encartaciones y primera Villa por fundación, en 1199, del territorio histórico y provincia de Vizcaya, en el País Vasco.
A pesar de ello, la parcela que alberga este edificio se ubica en una área alejada del casco urbano junto al río Cadagua, en una zona descontextualizada.
La línea ferroviaria que une Bilbao con Balmaseda y un pequeño desarrollo urbanístico fruto de la burbuja inmobiliaria son sus referencias inmediatas con edificios de nulo valor arquitectónico.
No obstante, si alzamos la mirada podemos contemplar la majestuosidad de las montañas que nos rodean. Peña Blanca, la peña de Sabugal, Picorredondo o el Mazuco, entre otros. Es lo esencial, lo que nos muestra la estética más delicada y sin adornos.
La propuesta se plantea como una serie de reglas que expresen la necesidad de establecer un verdadero conjunto edificatorio. Se trata de hacer un edificio sencillo y compacto, una construcción consciente de que la máxima flexibilidad sólo es posible dentro de un orden riguroso, con una disposición contemporánea, a la vez pesada y ligera, opaca y transparente.
El edificio asoma a la calle con una estructura lineal de muro ligero formando un basamento que intenta reducir el impacto ambiental de los edificios colindantes. Sobre el basamento asoma el volumen de la gran sala. Para ello, nos la hemos imaginado como una gran caja abierta para conseguir dar entrada a sus propios objetivos locales. Esto es, la iluminación, la ventilación y la climatización naturales o la captación de energía solar, así como conseguir una altura en su interior para permitir la práctica deportiva. La propuesta trata de no centralizar totalmente el acceso, sino vivificar, llenando de uso y transito todo el perímetro principal del complejo, con criterios de flexibilidad, permeabilidad y continuidad.
Se trata de una caja como edificio contenedor de usos deportivos. Para ello se ha pensado en un sistema relacionando la estructura con la fachada y un revestimiento general del edificio a base de un único revestimiento de muro cortina tipo U-glass. La estructura de hormigón armado visto y la cubierta, una estructura reticular espacial tridimensional, aportan esa sensación de edificio ligero-pesado. El vidrio es empleado para introducir luz natural y conseguir en el interior un efecto de luminosidad completa. Así como un efecto exterior-interior-exterior.
Es un edificio que está desarrollado en planta de sótano y planta baja, con una superficie construida total de 6.000 m2 aproximadamente. En el sótano se albergarían usos como, la pista polideportiva cubierta, 18 vestuarios de distintos tamaños, 2 salas multiusos, un gimnasio, enfermería y masajista.
En planta baja se organizarían los usos que requieren un acceso más directo desde el exterior. El gran hall también reúne el acceso al recinto y la entrada al graderío de la pista polideportiva.