Campus universitario URV Tortosa, una transición entre lo natural y lo artificial por Ravetllat Ribas y Josep Ferrando

Descripción del proyecto por Ravetllat Ribas arquitectes y Josep Ferrando

El emplazamiento del nuevo campus para Les Terres de l’Ebre es especialmente atractivo por su complejidad, ya que se trata de una pieza representativa y claramente identificable como una meta urbana. A medio camino entre el parque y la ciudad, la propuesta pretende hacer amable la transición entre lo natural y lo artificial. De un lado, se puede descubrir el nuevo edificio en medio de los árboles como una pieza fragmentada y retranqueada para permitir una fácil integración con el entorno del parque. Pero también, desde el otro lado, es capaz de ofrecer una fachada urbana más compacta y que se religa con la topografía urbana tomando la  altura habitual de la ciudad.

En planta el edificio se fragmenta para obtener un perímetro necesario para la disposición del programa y al mismo tiempo poder ser atravesado fácilmente. Contrariamente a lo que representaría un edificio barrera, la disposición facilita los recorridos en diagonal y establecer relaciones desde el parque hacia la avenida Remolins y desde la ciudad hacia el nuevo recinto ferial. El nuevo campus pretende ser la puerta del parque, lo que da sentido a su inicio o final, y al mismo tiempo ser la antesala de la avenida comentada. De alguna forma esta dualidad del emplazamiento a la que nos referíamos al principio, es la que pensamos que caracteriza la nueva implantación.

Esta planta permite, además, configurar una buena disposición del programa solicitado. Se establecen crujías, en principio óptimas, para cada uno de los usos agrupándolos por áreas temáticas, reduciendo la circulación interior, evitando pasillos y generando plazas o pequeños espacios de relación. Entre estos espacios comunes y los de uso específico, situados en la fachada, se dispone un elemento de grosor variable que sirve de transición. Contiene espacios servidores como los baños, patios de instalaciones, taquillas, etc., y favorecen la absorción acústica.

En sección, el programa de cariz más público o abierto se sitúa en planta baja, donde se dispone el hall con el espacio de exposiciones, el CRAI-Biblioteca conectado a los espacios de informática, la sala de estudios y el bar. En la planta primera los tres tipos de aulas que dan cumplimiento a las necesidades docentes solicitadas. En la planta segunda se organizan los departamentos con los diferentes despachos para el PDI y finalmente en la planta tercera la dirección juntamente con los espacios de extensión universitaria. En esta misma planta se prevé una reserva de espacio exterior para instalaciones. Las plantas de departamentos, debido a su menor superficie, retranquean su perímetro y generan terrazas exteriores.

En cuanto a la estructura, se ha previsto una losa de hormigón para los forjados soportada por pilares igualmente de hormigón. Los pilares perimetrales quedan incorporados a una fachada “gruesa” que incorpora espacio de almacenaje para las aulas y despachos. Esta fachada se compone a partir de un módulo tipo que contempla una ventilación permanente, una hoja de ventilación ocasional y una hoja para mantenimiento y limpieza. Exteriormente un revestimiento modular permite entenderla como una fachada ventilada y adecuar su tratamiento a cada una de las orientaciones y necesidades de los usuarios. El revestimiento gira y se convierte en lamas de protección solar horizontales o verticales según las orientaciones, o desaparece en algunos casos.

Todos estos elementos creemos que pueden incidir en un buen comportamiento energético del edificio y en un razonable sistema de mantenimiento. La orientación más adecuada para cada uno de los usos y la protección solar, así como la fácil ventilación transversal a través de los espacios interiores pueda ayudar a reducir el impacto de los sistemas de climatización artificial reservándolos tan solo para las épocas más extremas. El esquema centralizado con patios de instalaciones situados en la franja central optimiza los recorridos, al mismo tiempo que la relativamente fácil sectorización permitiría regular el consumo energético por zonas.