Los apartamentos establecen una relación directa entre el patio trasero y la fachada a la calle, generando una riqueza espacial poco habitual en la realización de viviendas sociales, lo que unido a su interesante realización formal exterior hace que el conjunto resultante hable de belleza urbana y arquitectónica desestigmatizando la típica imagen austera de las viviendas sociales.
8 Viviendas sociales y ampliación de una guardería por Jean-Christophe Quinton. Fotografía por Florent Michel.
8 Viviendas sociales y ampliación de una guardería por Jean-Christophe Quinton. Fotografía por Florent Michel
Descripción del proyecto por Jean-Christophe Quinton
En el denso corazón del distrito 6 de París, este edificio de viviendas de siete pisos intenta encontrar un equilibrio entre una presencia discreta en la calle parisina y un estilo arquitectónico intencionalmente contemporáneo.
Por su forma y su ubicación, el edificio completa la calle y refuerza la alineación típica de los edificios junto con la morfología continua de la calle parisina. Asimismo, sus aperturas verticales y el uso de piedra caliza natural le permiten encajar en su entorno, tanto en materialidad como en forma. A escala urbana, el proyecto se desvanece en el paisaje construido.
A escala del edificio, las suaves curvas de la fachada, cuya percepción se enfatiza en los pisos altos, otorgan una fuerte identidad arquitectónica y expresan claramente su dimensión doméstica al mostrar cada ambiente a través de la fachada.
La planta también pretende alcanzar este equilibrio. Está estructurado por una secuencia de estancias que organiza la vivienda: la escalera, el rellano, el hall de entrada y el dormitorio están conectados como un espacio continuo que uno puede sentir instantáneamente. Esta organización renueva la tradición parisina de la conexión entre el universo pintoresco del patio y el más homogéneo de la calle. Esta secuencia es también una columna vertebral del espacio vacío que lleva la luz natural al corazón de cada vivienda y que orquesta, al enfatizarla, la vista de París.
La identidad del proyecto nace del encuentro de la intuición formal de los muros curvos y la voluntad de uso constructivo de la piedra. Esta ejecución cuidadosa encuentra su explicación en la elección de las dimensiones de las piedras, sus proporciones, su color, sus juntas y su disposición. La apariencia del proyecto se ve reforzada por una ejecución sobria de detalles típicamente vinculados con la mampostería de piedra, como las esquinas curvas y las ménsulas. Esos elementos se combinan con el uso de marcos de ventanas blancos y contraventanas plegables, potenciando la reinterpretación del arquetipo parisino.