Escribiéndome con Jan he podido confirmar mis sospechas, se trata de una artista con inquietudes que quiere conocer la opinión que me merece su trabajo. Me parece muy personal la manera que tiene de dejarse retratar, frágil y delicada, al límite de los lugares que tienen un significado personal para ella. Puedo verme reconocida en su discurso, quizá no en los escenarios que escoge para sus capturas, pero sí en el sentimiento que provoca para una persona de corta edad como ella o como yo, llegado el momento, enfrentarse cara a cara con la realidad.
Autorretrato.
Mi autorretrato es un tipo performance sin público, sólo para ser fotografiado ya que es retrato de mi deseo más que de la realidad.
Hubo un día en que recordé mi época de adolescencia. En ese momento, estaba sentada en el borde de mi apartamento de Nueva York y mirando por encima del paisaje urbano. Tuve un pensamiento de repente de que mi juventud estaba llegando a su fin y de no poder entender el futuro. Me senté en el borde y miré hacia abajo.
Entonces vi el espacio vacío, el vacío.
Hubo un repentino cambio en mi perspectiva sobre la vida y la muerte, el presente y el futuro. La visión del paisaje urbano que estaba presenciando no era real en ese momento. Tuve una sensación de que los edificios de mí alrededor eran como un futuro o un ideal que nunca puede alcanzarse pero que te envuelve de alguna manera. Entonces miré hacia abajo. En realidad estaba parada sobre del espacio vacío. Ese "presente" para mí. Así que hice una foto de mis pies. Ese fue el comienzo de mi proyecto.
Sitúo mi cuerpo al límite de las estructuras históricas o lugares que tienen un significado personal, como mi casa y mis amigos, y me hago autorretratos. Exploro el miedo, el placer y la tensión dentro de esa situación. Muevo mi cuerpo al borde del edificio hasta que la tarjeta de memoria de la cámara se llena. Entonces hago una foto a mis pies como un ritual que marca el fin de la performance. La gente no puede ver mis pies colgando en el vacío ni percibir mi miedo a las alturas. Ese miedo se origina a partir del momento en que la visión colapsa en la percepción del espacio.
Además, el espacio que presento en mi obra genera preguntas acerca de nuestra percepción. Hoy en día los edificios altos son utilizados como hoteles, oficinas o viviendas de lujo. La gente no tiene miedo a las alturas e incluso prefiere vivir en las alturas observando el perfil de la ciudad. Esto es porque las personas ven lo que quieren ver y perciben sólo lo que quieren percibir. Sin embargo, si desde la misma altura en que habitan miran hacia abajo, el miedo a las alturas aparece de nuevo, pues perciben el espacio en vez de su proyección psicológica. Desde mi perspectiva, la visión horizontal es una especie de ilusión. La gente piensa que el paisaje que observan desde su ventana está completo, y sin embargo, cuando les sitúas al límite, encaramados en la fachada del edificio, aparece el terror. Este es el momento en que la percepción óptica y la visión espacial entran en conflicto.
Mis fotografías tratan estas dos percepciones, las cuales también podrían interpretarse como nuestra barrera psicológica. Siempre que nos vemos al límite de algo, nos volvemos vulnerables. Esta es la realidad. Creo que el mundo está lleno de conflictos entre las ilusiones y la realidad.
Entre la realidad del vacío y la fantasía lejanos, solemos desear lo ideal pero nuestros cuerpos finalmente se enfrentan a la realidad, como mi cuerpo en sentido literal revela mi miedo aunque desearía ser retratada volando o saltando al vacío. Sin embargo, hay una imagen que representa mi deseo opuesto. Por esa razón, esa imagen se abstrae de su contexto y crea una historia completamente diferente de la realidad. Es la realidad que nadie podría percibir fuera de la fotografía. De ahí el papel tradicional de la performance y la fotografía con la función de "documentar" y revertir en mi trabajo. Para capturar el deseo, pongo la cámara y el auto disparador, capaz de hacer varios disparos por segundo, y después me muevo. La cámara "documenta" el movimiento de mi cuerpo. Las pequeñas capturas de mis movimientos documentados retratan el mundo contextual, que no es diferente de lo que percibimos. Se muestra claramente la tensión de mi cuerpo entre la estructura y frente a ella. Sin embargo, cuando capturo un momento fuera del contexto, éste se transforma por completo. Al igual que mi cuerpo se funde delicadamente con en el medio sin miedo, o como agresivamente mi cuerpo termina por saltar al mundo de la ilusión. Creo en un instante de la vida y en nuestra realidad que se encuentra con el sueño o la fantasía, aunque no podamos percibirlo ya que es demasiado corto y vulnerable. Y creo que la fotografía captura este sueño como momento sólo como el momento que fue todo lo que vimos.
Texto.- 안준Ahn Jun.