Alberga un área central para ejercicios e instalaciones accesorias como vestuarios, espacios para consultas de nutrición, evaluaciones físicas y masajes, recepción, e incluso un bar abierto al público en general.
Sus altos techos inclinados recuerdan al usuario el pasado industrial del edificio y crean una sensación de amplitud, resaltada por los tragaluces que iluminan el gran espacio blanco. Sus líneas limpias y claridad formal, junto con una identidad corporativa sobria y moderna, unifican el espacio y contribuyen a transmitir un aspecto contemporáneo.
Descripción del proyecto por Studioworkers
El desafío de crear un gimnasio diferenciador, que rompiera con los estereotipos de los gimnasios habituales, llevaron a la concepción de la Academia 20 un gimnasio con identidad propia.
El punto de partida fueron 2 naves industriales desocupadas, dentro de un loteado en la zona industrial de Espinho, donde los límites del espacio, y la relación exterior / interior estaban definidas desde el principio.
La organización interior fue estructurada teniendo como principal enfoque el espacio del área de entrenamiento, pero sin perder de vista toda la envolvente de apoyo que es fundamental para el funcionamiento del gimnasio.
La percepción se asume como un espacio de bienvenida, siendo a partir de él que nace toda la distribución, poseyendo una permeabilidad visual sobre el área de entrenamiento, permitiendo que haya un contacto directo. La frontera entre entrenamiento y espacios de apoyo está delimitada por una pared de vidrio en toda su longitud.
La recepción asume también el papel de distribuidor, encaminando hacia el bar y área de acceso reservado a los socios.
La idea de implementar un bar, como un programa accesorio, tiene como objetivo crear una sala de estar para sus usuarios. La estructura organizativa fue diseñada de forma que el bar pudiese ser disfrutado por los socios así como las personas externas al mismo. A través de la permeabilidad visual que existe entre el bar y área de entrenamiento se pretende que cautive a las personas a usufructuar el gimnasio.
El área reservada a los socios además de la zona de entrenamiento está constituida por el vestuario para personas de movilidad reducida, vestuarios de los profesores, oficinas de apoyo al socio como la consulta de nutrición, sala evaluaciones físicas y de masajes, en el primer piso se sitúan los vestuarios para el público general.
El área de entrenamiento se asume como un espacio abierto, al que lo caracterizan su claridad formal y sus líneas rectas. Un techo que transmite a través de sus cubiertas inclinadas a la unidad industrial que fue anteriormente, pautado por sus claraboyas que permiten la entrada de luz natural, que intensifican las formas del espacio interior y alcanzan la vida e identidad que pretendemos transmitir. Todo en sinergia con la ligereza y calma transmitida por el color blanco, se pretende que el usuario se sienta tranquilo y enfocado en su entrenamiento, dejando fuera todo el estrés de la ciudad.
A través del área de entrenamiento accedemos a las aulas, ubicadas en el primer piso, dos ubicadas en el primer pabellón, y una tercera ubicada en el segundo, encima del Bar.
Finalizando, toda la armonía interior es cerrada del exterior como si de una caja se tratase. Revestida con placas perforadas, permitiendo que la energía creada en su interior pueda ser transmitida hacia el exterior.
Por encima de todo, nuestro pensamiento se centró en el postulado de que la Academia 20 debería ser un gimnasio para todos, más que un espacio de entrenamiento un lugar de convivencia y confraternización, dentro de un espacio moderno y actual.