Los arquitectos de PALENZVELA han buscado un diálogo entre los elementos existentes y la ampliación, manteniendo un aulario dividido en dos partes y los árboles originales. Los espacios internos se articulan a través de un corredor central, iluminado con una franja superior acristalada, del que nacen aulas amplias contrapuestas que se formalizan con dos fachadas distintas según su orientación. La fachada suroeste cuenta con un dintel que protege las aulas del soleamiento mientras que la sureste, tiene una organización en peine que genera una secuencia de aulas y patios.
En cuanto a la materialidad, el corredor se reviste con un alicatado de azulejos cerámicos esmaltados, que recuerdan al mar de Almería en tonos turquesa, situados tanto en el espacio interior como en la superficie de fachada que envuelve las circulaciones. De esta manera, se genera un contraste con la sobriedad del revoco liso y rugoso sin pintar que reviste los volúmenes que albergan las aulas, recordando, a su vez, la construcción local tradicional y el paisaje semi-desértico del entorno.
Colegio Europa por PALENZVELA. Fotografía por Fernando Alda.
Descripción del proyecto por PALENZVELA
El nuevo colegio infantil «Europa» de Almería, es una ampliación de un colegio con una destacada trayectoria educativa en la zona. El proyecto se plantea para descongestionar el uso masificado del edificio primigenio concebido como un P.U.A. (que es el acrónimo de Plan de Urgencias de Andalucía para centro educativos muy célebre desde los años 70 que se caracterizaba por ser una planta romboidal) y así conseguir separar educación primaria en el edificio original y educación infantil en esta nueva ampliación.
Por tanto, la nueva construcción es fundada dentro de los espacios de recreo y patios del centro, interactuando con los elementos preexistentes del mismo, de entre los que destacamos un pequeño aulario compuesto de dos aulas y los árboles que se han mantenido integrándolos en la propia arquitectura. La actuación se realiza desde la compacidad volumétrica y la economía de medios, debido a un exigente programa de usos y económico. Los espacios se articulan en torno a un eje central, un pasillo que a modo de espina articula las aulas a dos orientaciones contrapuestas, adoptando por tanto el edificio dos perfiles diferenciados. La orientación suroeste está protagonizada por un gran dintel diseñado para proteger del excesivo soleamiento directo de las aulas, unificando y subrayando la horizontalidad del conjunto. Por el contrario, en la orientación noreste se adopta una configuración de peine, en las que las aulas se orientan a sur mediante la composición de patios infantiles delimitados con la propia espina circulatoria.
Colegio Europa por PALENZVELA. Fotografía por Fernando Alda.
Los espacios destinados para las aulas se presentan diáfanos y siempre relacionados mediante huecos a modo de fenêtre en longueur le corbuserianos orientados exclusivamente a sur con protección solar mediante lamas orientables y vuelos. El eje circulatorio permite la continuidad visual y lumínica con las aulas mediante amplias y continuas franjas superiores acristaladas. El eje o espina adquiere una materialidad cerámica, mediante un alicatado de azulejos esmaltados de pequeño formato 15x15 cms en tonos turquesa, en una clara alusión al referente marítimo almeriense. Esta materialidad también se hace patente en el exterior, donde la pieza que compone las comunicaciones se diferencia de las aulas. Se adopta una paleta cromática plateada para las aulas que permite una reflexión más amable de la fuerte y cálida luz almeriense a diferencia de la percepción vibrante y cuasi-acuática de los rayos solares atravesando las celosías cerámicas de la espina central.
La apariencia exterior va a estar marcada por la austeridad y sobriedad de los volúmenes que forman las aulas, los cuales se realizan en un revoco sin pintar, en su color de origen con tonalidades pétreas y terrosas, que se trabaja en varias texturas, unas lisas y otras rugosas. La ejecución de estos paramentos rememora la tradición artesanal de los revocos mediterráneos locales que en este caso van adoptando la estructura de abanicos o rayados para dotar a los testeros ciegos de una cierta expresividad brutalista que enlaza con la aridez y dureza del paisaje semidesértico circundante.