El proyecto del estudio portugués Diana Barros Arquitectura respeta la polivalencia del histórico edificio manteniendo la organización de las zonas comunes y los accesos, preparándolo para una nueva vida, tras un siglo y medio de usos, realizando una rehabilitación que acentúa y diferencia los diversos espacios mediante las texturas y los colores de los materiales empleados.
Con el objetivo fundamental de crear un conjunto robusto y coherente, funcionalmente integrado pero adaptable y capaz de rentabilizar los recursos naturales y humanos invertidos en su rehabilitación, prolongando su vida útil, el proyecto cuida, mediante un sistema constructivo respetuoso con los elementos originales, la escala entre el edificio original y los nuevos usos domésticos introducidos.
Antigo Hotel do Louvre por Diana Barros Arquitectura. Fotografía por Ivo Tavares Studio.
Descripción del proyecto por Diana Barros Arquitectura
Construido a mediados del siglo XIX para ser la casa de un noble del Duero, el edificio fue consolidando su fama con el paso del tiempo gracias a la cuidada decoración de la carpintería, enmarcada en el rigor compositivo de la fachada decimonónica, y a la increíble escalera que se encuentra en el núcleo del edificio, que se prolonga hasta el piso superior y está rematada por el lucernario central.
Ha tenido diversos usos a lo largo del tiempo, desde hotel preparado para recibir emperadores, a sede de un movimiento de resistencia contra el Estado Novo, desde sede del Cine Club de Oporto hasta autoescuela. El programa propuesto pasaba por convertirlo en otro: vivienda colectiva con comercio y servicios en la planta baja. Quizá más peatonal, pero no menos atrevido, dado el predominio del uso turístico en la zona.
El proyecto ha tratado de respetar la increíble polivalencia de un edificio que en su día lo fue casi todo, manteniendo la organización de las zonas comunes y los accesos, el cuidado trabajo decorativo que pervive en la cantería de la fachada y en la carpintería interior y exterior y el sistema constructivo empleado en los forjados y la escalera central. La tensión entre la escala del edificio original y los usos domésticos ahora introducidos se acentúa con el diseño elemental de los nuevos elementos, enfatizando las texturas y colores de los materiales.
El objetivo fundamental era crear un conjunto robusto y coherente, funcionalmente integrado pero adaptable y capaz de rentabilizar los recursos naturales y humanos invertidos en su rehabilitación, prolongando su vida útil y preparándolo para otro siglo y medio de uso y otras tantas encarnaciones.