El resultado una estructura sin límites definidos entre el exterior e interior, un espacio cubierto con una fuerte percepción de apertura, generando una propuesta de integración informal para todos los vecinos. Un planteamiento que además tiene una fuerte componente de sostenibilidad al ser una edificación pasiva que obtiene su iluminación y ventilación de su condición abierta.
Las iglesias siempre habían sido espacios abiertos a los que se podía acceder en cualquier momento. En la actualidad han ido perdiendo ese carácter por cuestiones de seguridad, por lo que el proyecto recupera esa idea de casa de todos.
En el exterior se encuentran jardines tropicales que minimizan el clima caluroso de la región.
Descripción del proyecto por AGENdA | Dellekamp/Schleich
El 19 de septiembre de 2017, exactamente 32 años después del terremoto que asoló México en 1985, se repitió la tragedia, apenas unas horas después del simulacro que conmemoró este aniversario, México sufrió otro terremoto que destruyó o dejó inhabitables edificios públicos y más de 100.000 hogares. Arquitectos en la Ciudad de México se enfocaron en una iniciativa conjunta llamada Reconstruir México (Reconstruir México); Cientos de arquitectos y urbanistas se unieron y abordaron los problemas desde varios frentes.
Entre los arquitectos comprometidos con este esfuerzo conjunto se encuentran Derek Dellekamp y su oficina (Dellekamp Arquitectos), junto con AGENdA agencia de arquitectura, liderada por el colombiano Camilo Restrepo Ochoa, quien pronto se unió a través del programa Piensa Sostenible, que se centró en el diseño y la recaudación de fondos para vivienda rural afectada por el terremoto.
En el caso de Jojutla, en el estado de Morelos, se lanzaron de inmediato programas de vivienda. Por ello Carlos Zedillo, con su visión integral del urbanismo y la reparación tanto del tejido social como del espacio público, decidió enfocar los esfuerzos del INFONAVIT en la elaboración de un plan maestro para la reconstrucción de esta ciudad.
Nuestro equipo estuvo a cargo de la reconstrucción del Santuario del Señor de Tula (un lugar de culto con estatus de catalogado y más de cinco siglos de historia) y la Ranchería El Higuerón (un centro comunitario que consta de un parque-biblioteca con un programa para talleres culturales y administrativos y actividades comunitarias). Estos dos proyectos, aunque diferentes en su concepción formal, responden a ideas similares, fruto de las conversaciones entre los dos estudios encargados y del intercambio de sus respectivas ideas.
La urgencia de la situación requería el uso de materiales y mano de obra asequibles y de fácil acceso, de ahí la decisión de utilizar hormigón para ambos proyectos. Asimismo, la comprensión del contexto social y climático nos llevó a pensar en tipologías y modelos espaciales según el lugar y sus oportunidades.
En definitiva ambos proyectos buscan construir espacios umbral, de límites indefinidos, sin distinguir claramente entre interior o exterior, y en esta ambigüedad se pueden utilizar de diversas formas, pero sobre todo pueden convertirse en un hogar para todos.