Memoria del proyecto
Este proyecto es una colaboración del estudio F451 Arquitectura con la arquitecta Laia Isern, responsable del diseño interior.
La propuesta es el resultado de la hibridación de dos tipologías clásicas: la vivienda unifamiliar moderna-originaria del movimiento moderno- y la nave industrial con luz cenital orientada a norte. El programa, integrado por 4 unidades autónomas e interrelacionadas -vivienda principal, apartamento de invitados, estudio y garaje- junto con el desnivel del terreno, se toman como una oportunidad para fusionar estas dos tipologías en un volumen único.
Esta integración modifica las condiciones y el uso de algunos espacios respecto a la tipología original y, sobre todo, la relación con su entorno inmediato: La vivienda no se posa sobre el terreno: emerge de su interior en un extremo, se alinea con el jardín la zona central y termina en voladizo en el extremo oeste. El zaguán -en el que convergen vivienda y estudio- es concebido como una sala exterior y cubierta. Este espacio ejerce de comunicación entre tres programas autónomos-estudio, vivienda principal y ala de invitados y sirve también de regulador climático de las diferentes zonas que relaciona.
La vivienda y el estudio establecen múltiples relaciones con el terreno, que se transforma en un jardín continuo con tres zonas llanas: una a nivel del estudio y relacionada con el acceso desde la calle, otra a nivel de la vivienda orientada a sur y otra sobre el apartamento de invitados que goza de las vistas hacia la ciudad de Gijón a través de la robleda situada al oeste. En la fachada sur, donde vivienda, zaguán y apartamento de invitados se alinean con el terreno, los paños opacos entre las oberturas se resuelven con una fachada ventilada de madera de pino envejecido que facilita la integración entre terreno y edificio.
El diseño interior se ha plateado con el mismo espíritu que el conjunto del proyecto: soluciones materiales simples y continuas, cediendo el protagonismo a la luz, las vistas y la relación con el jardín. Los techos son la propia estructura pintada de blanco. El perfil grecado de la chapa de techo contribuye a generar una buena acústica al ejercer de difusor. El pavimento es la propia capa de hormigón que recubre el suelo radiante terminada con pigmentos y fluosilicatos para darle resistencia. Los únicos elementos reconocibles como objetos autónomos son los muebles en baños y cocina realizados en chapa de acero barnizada y las luminarias que cuelgan directamente de los techos metálicos.
Los factores de eficiencia energética y de adaptación al entrono se incorporan a la estrategia general para ajustarla y para radicalizar la solución constructiva. La integración de la vivienda y el estudio se produce de modo que todos los espacios tienen doble orientación, iluminación y ventilación, situando y dimensionando las oberturas para enmarcar las mejores vistas.
La solución constructiva consiste en un caparazón metálico que sirve de acabado interior, una manto térmico de 10 cm de espesor que envuelve todo el volumen y un acabado exterior formado por un estuco flexible sobre resinas armadas con mallas de fibra. Los paramentos verticales de termoarcilla refuerzan el aislamiento térmico y a su vez contribuyen a dotar al edificio de inercia hacia el interior. En el ala de invitados, el manto térmico se reemplaza por una cubierta ajardinada que establece la continuidad entre el terreno y el edificio y proporciona un aislamiento equivalente.
La climatización se basa en tres principios básicos para reducir al mínimo el consumo energético: continuidad y capacidad aislante en la piel exterior, una buena inercia térmica en la piel interior y la posibilidad de generar ventilación cruzada en todas las estancias. En el clima de Gijón, la capacidad aislante y la ventilación cruzada hacen innecesario el consumo de energía para refrigerar el edificio.
La calefacción funciona por radiación y difusión-único sistema efectivo para espacios de gran altura como el estudio. El pavimento es la propia capa de hormigón que reviste la instalación de suelo radiante, de modo que el rendimiento del suelo no se ve disminuido por un pavimento superpuesto. Como resultado de este planteamiento, el salto térmico necesario para calentar el edificio en los meses fríos se reduce de manera muy significativa. De este modo, el consumo energético del edificio-con 330m² climatizados- es equivalente al de una vivienda convencional de unos 60m².
El suministro de agua para riego y sanitarios se resuelve mediante un aljibe que recoge y acumula el agua de lluvia, de modo que el consumo de agua corriente provinente de la red pública se limita al abastecimiento de la cocina y las duchas.
Texto: F451 Arquitectura.
CRÉDITOS.-
Arquitectos.- F451 Arquitectura: Santi ibarra, Toni Montes, Lluís Ortega, Xavier Osarte y Esther Segura.
Equipo.- Juan Gándara, Oriol Vives, Jordi Ribó.
Diseño interior.- Laia Isern.
Estructuras.- Manuel Arguijo.
Aparejador.- José Piedra.
Emplazamiento.- Gijón, España.
Superficie.- 395 m².
Construcción.- Cejoysa.
Estructura metálica y metalistería.- Alfer.