
Para cumplir con las necesidades de los diversos usuarios, el complejo de Sid Lee Architecture se divide en tres sectores. El primer sector acoge las instalaciones dedicadas al ocio familiar, con una piscina equipada con juegos y un tobogán. El segundo se centra en espacios privados para trabajadores y equipos de competición locales. El último sector, destinado a la competición, cuenta con una piscina olímpica y un trampolín de saltos.
La estructura del complejo se resuelve mediante un sistema de cerchas y pilares metálicos que generan las grandes luces del recinto. Entre la estructura, destaca el amarillo de las instalaciones, que comparte protagonismo con el azul de los vasos. En los vestuarios y taquillas se emplea el azul oscuro en contraste con el blanco.

Complejo acuático de Laval por Sid Lee Architecture. Fotografía por David Boyer.
Descripción del proyecto por Sid Lee Architecture
Situado en el corazón del nuevo núcleo urbano de la Costa Norte, este proyecto público pretende responder a la creciente necesidad de la ciudad de contar con infraestructuras modernas que sirvan a su comunidad, enriquezcan la vida cotidiana de sus ciudadanos y apoyen el desarrollo de actividades deportivas y recreativas.
Inspirado en la biofilia y el movimiento, el Complejo Acuático de Laval propone un espacio vibrante centrado en la familia y la comunidad. Además, el complejo proporciona a la ciudad unas instalaciones de vanguardia desarrolladas para apoyar a la próxima generación de olímpicos y guiar a los atletas del mañana.

Simbiótico con la naturaleza
Situado cerca del Cosmodome, el complejo se asienta en el borde de un bosque e invita a los visitantes a sumergirse en un entorno en el que pueden disfrutar de la naturaleza. Orientadas en un eje norte-sur, las altas fachadas acristaladas de la piscina recreativa se abren a una relajante vista de los árboles, al tiempo que mantienen un grado de intimidad preservado por el telón de fondo del follaje.
«La presencia del bosque en el emplazamiento guió la visión arquitectónica desde el principio. Los espacios se desarrollaron para crear una relación simbiótica entre las placas acuáticas y la intimidad que proporciona la naturaleza tranquila de la zona».
Jean Pelland, arquitecto y socio principal de Sid Lee Architecture.
Un diálogo constante entre el interior y el exterior baña el espacio con una luz natural que evoluciona a lo largo del día. Los árboles que lo rodean desempeñan un papel fundamental a la hora de filtrar la luz, así como de diluir las distracciones visuales y acústicas. Esta conexión fluida entre el bosque y la presencia dominante del agua en el espacio crea un entorno armonioso en el que el bienestar y el rendimiento definen la finalidad del complejo.

Una concepción dinámica
En el exterior, la fachada cilíndrica presenta un sutil juego de texturas verticales diseñadas en un movimiento giratorio de tres bandas consecutivas en torno al eje central del edificio. Esta composición ancla el complejo en el paisaje de forma dinámica y acogedora, al tiempo que organiza sus diferentes funciones.
«En el interior, la sencillez de los espacios ofrece un marco refinado que deja brillar la magnitud de las piscinas y las vistas de la naturaleza circundante».
Carl-Antonyn Dufault, director de diseño de Sid Lee Architecture.
Para organizar las distintas áreas del complejo, un tratamiento bicolor delimita cada zona según su función. Salpicaduras de amarillo infunden calidez y cordialidad en las dos luminosas zonas dedicadas a la natación, mientras que ondas de azul envuelven los espacios privados en una atmósfera de calma.

Instalaciones inclusivas y evolutivas
Para satisfacer las variadas necesidades de los usuarios, el edificio se diseñó en tres secciones distintas, cada una dedicada a una función precisa. La primera sección acoge los espacios públicos, que incluyen el amplio vestíbulo, un ágora y una piscina recreativa equipada con un tobogán y un juego acuático pensado para toda la familia. La sección intermedia está reservada a los espacios privados, que comprenden modernos vestuarios, oficinas administrativas y un gimnasio diseñado para los equipos deportivos locales. Finalmente, la última sección alberga las piscinas más grandes: una piscina olímpica dedicada a la natación de competición y una piscina de saltos desarrollada para atletas de distintos niveles. En esta sección se incluyen infraestructuras como una torre de saltos de 10 metros, escasas en Quebec, lo que convierte a este complejo en un espacio de entrenamiento excepcional para los deportes de élite.
Los equipos hechos a medida, como un puente móvil que puede utilizarse para dividir la piscina olímpica en dos secciones separadas, y un suelo de piscina regulable que permite a los usuarios ajustar su profundidad, pueden colocarse sobre el agua para acontecimientos especiales, como competiciones y ceremonias de entrega de medallas. El complejo evoluciona a la par que la progresión de los atletas que lo utilizan, apoyándoles a lo largo de sus carreras e impulsando el desarrollo de los talentos locales. Atravesando un pasillo elevado que flota de este a oeste, el público puede acceder a las gradas de la zona de atletismo, que ofrecen vistas a ambas cuencas. Todos los espacios del Complejo Acuático están equipados con instalaciones de acceso universal.

«La accesibilidad universal está en el centro de nuestro planteamiento. La actividad acuática, inclusiva por naturaleza, trasciende la edad y las capacidades físicas. Era esencial para nosotros, así como para la ciudad de Laval, que nuestra intervención permitiera a todos los miembros de la comunidad disfrutar de las nuevas instalaciones».
Marjolaine Plasse, jefa de proyecto de Sid Lee Architecture.
El resultado final proporciona a Laval unas instalaciones de vanguardia, que equilibran armoniosamente las actividades recreativas y deportivas para mejorar la salud y el bienestar de la comunidad.