Esta es la máxima que sintetiza el trabajo arquitectónico de Anne y Jean-Philippe. De igual manera, este es el leitmotiv que guía la estructura de la exposición en torno a tres conceptos que han bautizado como: «Espacio libre», «Transformación», «Habiter».
Espacio libre
El espacio ideal, siempre pensado en términos máximos: generosidad del espacio, eficiencia, confort y disfrute.
Principio fundamental que ya no cuestionamos y que es la base de todos nuestros proyectos.»
La obra seleccionada en esta sección ejemplifica el deseo de ofrecer un horizonte mediante la eliminación de aquello que constituye una barrera a la sensación de libertad. Por ello, Lacaton y Vassal dan continuidad a los espacios interiores y los comunican con el exterior prescindiendo de o derribando muros.
Transformación
En cualquier caso, queremos tratar lo que ya está ahí, tomar sus valores e integrarlos en el proyecto.
La regla: después debe siempre ser mejor que antes.»
Los edificios elegidos para ilustrar esta filosofía de trabajo pretenden que el público revise las innumerables posibilidades de una arquitectura y un urbanismo que puede recrearse y encontrar nuevos valores en lo existente. Se trata de una propuesta que incide, asimismo, en la importancia de otorgar a la reutilización arquitectónica su debido peso a la hora de buscar la sostenibilidad.
Habiter
Más allá de lo funcional.
Cuestiona las posibilidades, las capacidades de un espacio frente y en torno a nosotros.
Concebir la arquitectura como la idea de habiter significa construir un espacio desde dentro hacia fuera.
Como una multitud de contextos de usos.»
En su opinión, el constreñimiento de los espacios en los que se habita, trabaja, estudia o disfruta de ocio no solo no permiten libertad de uso y movimiento en ellos sino que impide cualquier posibilidad de evolución. Lacaton y Vassal creen en las oportunidades de proporcionar espacios mucho más grandes que faciliten su apropiación mediante la flexibilidad para sus diversos usos en lo privado, en lo público y en un lugar intermedio entre los dos ámbitos.
Esta tercera parte de la exposición ofrece al visitante la proyección de vídeos (realizados por Karine Dana) de algunos de sus edificios más emblemáticos. Se pretende así trasladar al público a esos interiores donde las personas deciden cómo y dónde emplazar los momentos y usos en su vida cotidiana.
La pareja de arquitectos ha seleccionado para la exposición los trabajos que mejor representan la aplicación de estos principios y métodos aplicados en su trabajo durante décadas, cualquiera que sea su tipología: viviendas, tanto de nueva planta como transformadas, de promoción pública o privada (como la casa Latapie, la casa D y la casa R, la Cité Manifeste, la torre Bois-le-Prêtre (junto a Frédéric Druot) o la Cité du Grand Parc, en Burdeos, con la transformación de 530 viviendas (junto a Christophe Hutin y Frédéric Druot, -un proyecto galardonado con el Premio Mies van der Rohe 2019–); oficinas (edificio de oficinas en Nantes), equipamientos públicos (Facultad de Ciencias de la Gestión de Burdeos, Escuela de Arquitectura de Nantes o, caso extremo, su decisión de no remodelar la plaza Léon Aucoc en Burdeos porque ya tenía “la belleza de lo que es evidente, necesario y suficiente”) y culturales (el Palais de Tokyo en París o el FRAC en Dunkerque).
El catálogo de la muestra, editado por la Fundación ICO y Puente Editores, (en español e inglés), presenta su trabajo a través de los mencionados conceptos de espacio libre, transformación, habiter (cada uno de ellos mostrado por un tipo específico de contenido) y de una conversación con el arquitecto Enrique Walker en la que explican la manera de pensar que hay tras su forma de proyectar, en particular a través de una de sus obras más significativas: el Palais de Tokyo en París.