El programa planteado para el conjunto por Dominique Coulon & associés acoge un conjunto de oficinas en los niveles inferiores de la edificación, mostrando gran transparencia y ofreciendo a la ciudad la actividad interior como si de un escaparate se tratara. Los niveles más elevados quedan reservados para el uso residencial, encontrando espacios públicos para los usuarios del edificio en la cubierta.
Los huecos de diferentes tamaños en la fachada parecen no responder ante ninguna exigencia funcional, sirviendo para ocultar la interconexión entre los distintos niveles del edificio. Las persianas salientes de color naranja y plata añaden un toque de color a una fachada que destaca por el color oscuro, gracias a un revestimiento exterior de madera quemada.
Edificio de uso mixto en Estrasburgo por Dominique Coulon & associés. Fotografía por Eugeni Pons.
Descripción del proyecto por Dominique Coulon & associés
Esta pequeña torre se ha construido en el histórico barrio de Krutenau, en Estrasburgo. La ciudad tiene numerosos «dientes huecos»: solares vacíos demasiado pequeños para interesar a los promotores. A cambio de un precio atractivo, la consulta exigía la realización de un edificio ejemplar que garantizara la consecución de elevados rendimientos energéticos, el uso de materiales de origen biológico y un proyecto de usos múltiples.
En un terreno de tan solo 120 metros cuadrados, propusimos un programa de oficinas y viviendas, con un huerto y una piscina ecológica en la terraza superior. La piel es de madera quemada (alerce), una técnica muy utilizada en Japón que confiere al material una gran durabilidad al quemar su superficie exterior. La fachada oculta la interconexión de los programas. Las aberturas de los muros no parecen responder a ninguna exigencia funcional y sus diferentes tamaños dificultan la distinción de los distintos niveles del edificio. Es una libertad contenida. En la parte superior, un volumen de hormigón rugoso gira diez grados, parece desprenderse de la masa negra de la base de madera y crea un ángulo dinámico.
Las persianas salientes de color naranja y plata añaden un toque de color al extraño contorno de este edificio oscuro. El edificio es generoso con la calle. Grandes ventanales ofrecen vistas al taller de maquetas, que se encuentra ligeramente por debajo del nivel de la calle, de modo que se puede ver la actividad de un estudio de arquitectura. Esta transparencia se ve a menudo en los países escandinavos, donde la gente coloca sus pertenencias más atractivas junto a una ventana, como si las ofreciera a la calle. Al igual que en el Raumplan de Loos, los espacios se interconectan de forma compleja, con dobles alturas que aportan fluidez al conjunto. El espaciamiento entre las diferentes plantas difiere según los espacios, lo que les da sus proporciones adecuadas.
En el interior, los materiales utilizados son robustos y rústicos. Los suelos de hormigón solo se han pulido. Las estanterías y los armarios son de madera; la escalera es de metal sin tratar. El edificio parece jugar con las contradicciones de la situación, condensando su complejidad y ofreciendo una interpretación alegre.