El proyecto está ubicado en una parcela que bordea la carretera desde la parte superior, serpenteando por la topografía inclinada y formada por una pradera de montaña salvaje que conduce hacia abajo a un barranco sombreado con un pintoresco arroyo.
El diseño de la casa es impulsado fundamentalmente por su materialidad, pesadez y ligereza. El arquitecto utilizó hormigón y madera de alerce con vistas abiertas al paisaje de montaña. El hormigón se volverá gris y estará cubierto de musgo, la madera de alerce ganará una pátina grisácea plateada, y el camino de acceso desde las piedras de arenisca apenas se verá en la hierba del prado.
Descripción del proyecto por Pavel Míček Architects
Un lugar extraordinario en la parte sur del Beskydy Moravia-Silesia. Paisaje de montaña con casi ningún otro edificio cercano, con la excepción de unas pocas granjas dispersas. La trama bordea el camino desde la parte superior y está formada por un prado salvaje de montaña que se inclina hacia un barranco sombreado y arbolado con un arroyo que fluye.
Se buscó en el centro del diseño en la atmósfera de montaña primordial. El proceso no fue demasiado fácil, ya que fue influenciado significativamente por la Administración del Área de Paisaje Protegido de Beskydy y sus rígidas regulaciones de construcción, lo que complica mucho el enfoque creativo o innovador.
Las primeras ideas no estaban relacionadas con el espacio y el volumen. Apuntaron al material que podría expresar el contexto y servir como una guía conceptual fundamental. Hormigón y madera de alerce. ¿Cómo se pueden utilizar los rasgos característicos de estos materiales, en contraste en gran medida, de la mejor manera y con medios mínimos?
Pesadez y ligereza. El hormigón encarna la pesada plataforma hueca, parcialmente enterrada en la superficie de la tierra, con una atmósfera casi de cueva. Oculta cabinas de dormitorio de alerce y espacios de servicio de la casa.
Dos tableros ligeros de alerce, que sostienen el espacio que fluye libremente con vistas abiertas al paisaje de montaña, se apoyaron uno contra el otro en este pedazo de roca.
El paisaje circundante ininterrumpido alrededor de la casa continúa fluyendo casi inadvertido. El concreto se volverá gris y se cubrirá de musgo, la madera de alerce ganará una pátina grisácea plateada, y el camino de acceso desde las piedras de arenisca apenas se verá en la pradera.