Si bien el reto que se plantean Ana Cláudia Monteiro y Vítor Oliveira no es ni mucho menos pequeño, el de diseñar su propia vivienda, a ello añaden la complejidad de un diseño muy personal a través de la experiencia propia de los espacios residenciales. Cuatro serán las características principales de esta vivienda entre medianeras: la relacción arquitecto-cliente, su integración urbana y su simplicidad y flexibilidad.
Y es que lejos de dejar que las normativas de planeamiento limiten su capacidad de actuación en una parcela fundamentalmente estrecha y muy alargada, los arquitectos vuelven estos condicionates a su favor, para definir la volumetría general de la vivienda. Un conjunto de tres plantas con un patio interior en la última de ellas que sigue el modelo local de vivienda en Oporto, en la que cada planta cuenta con una habitación iluminada que da a cada fachada, delantera y trasera, y una habitación interior no iluminada.
En su materialización la casa es estremadamente sencilla: grandes planos blancos articulan los espacios interiores generalmente casi minimalistas que quedan conectados entre plantas por una escalera interior. Todas las estancias interiores, además, cuentan con paneles móviles que dan flexibilidad a los espacios y añaden la posibilidad el cambio a la ecuación. Así mismo la fachada cuenta con contraventanas en dos niveles, superior e inferior, que dan la posibilidad de configurar diferentes fachadas en función de la relacción con el exterior.
Descripción del proyecto por Ana Cláudia Monteiro + Vítor Oliveira
La casa se encuentra en la Rua do Lindo Vale, en la ciudad de Oporto. Es una vivienda entre medianeras, de tres plantas de altura, construida en una parcela de 5 metros de crujía y 40 metros de largo. Este edificio tiene cuatro características fundamentales. La primera es que los arquitectos son también los clientes del proyecto. El diseño de la Casa de un Arquitecto es, sin lugar a dudas, un reto único dentro del diseño de un casa, como programa arquitectónico, debido a la coincidencia entre 'arquitecto' y 'cliente', y debido a la posibilidad de realización espacial dentro de la construcción de su propia vivienda.
La segunda característica es la integración urbana de la vivienda. No es una casa construida en la periferia de la ciudad, en una parcela de mediano o gran tamaño, sino una casa eregida en la zona central de la ciudad, una área con una intensa vida urbana, en una parcela larga y estrecha con una serie de limitaciones espaciales. Surgida de la normativa del plan urbano, para la construcción de una vivienda en esta parcela se tenían que mantener las alineaciones con los edificios adyacentes, una altura máxima inferior con el ancho de la calle, y una gran permeabilidad en la parte trasera de la parcela. La definición del volumen (según la normativa del plan urbano) da lugar a una organización interior de la vivienda que es, de alguna manera, similar a la estructura interna de las casas típicas de Oporto – dos habitaciones iluminadas junto a las dos fachadas de la vivienda y una tercera habitación no iluminada en la zona central de la vivienda. Las escaleras están localizadas en dicho núcleo. En cada planta, la tercera habitación corresponde con: la biblioteca (que se abre hacia la oficina) y el baño en la planta baja; la cocina (que se abre al comedor y al salón) en la primera planta; y un patio en la segunda planta.
La tercera característica es la simplicidad del diseño y los materiales. La integración de la vivienda dentro de los edificios pre-existentes se basa, en un primer momento, en una cuidadosa articulación volumétrica y, en segundo lugar, en la simplicidad del diseño de las fachadas frontal y trasera – la estructura, las puertas y ventanas, y la verja – reforzadas por el uso único de un color. Dentro de la vivienda estas sencillez continua: en una organización interior que es muy similar en todas las plantas; en la búsqueda de la 'verdadera' construcción; y en una continuidad espacial entre las tres plantas, que se refuerza con el diseño de la escalera y el movimiento vertical. La simplicidad es también resaltada con el uso restringido de materiales en todas las habitaciones, incluyendo tanto la cocina como los baños: paredes y techos se pintan de blanco, los pavimentos son de vinilo beige, y puertas de madera pintadas en blanco.
Finalmente, la casa es muy flexible. La repetición de un determinado número de elementos sencillos introduce una gran versatilidad en el día a día de la vivienda: i) cada ventana, de las fachadas delantera y trasera, tiene dos líneas de contraventanas – una línea del suelo a 0,90 metros de altura, y otra línea entre los 0,90 metros y 2,65 metros; ii) todas las habitaciones, excepto los baños, tienen puertas correderas que pueden ser completamente recogidas sobre las paredes interiores permitiendo un movimiento suave entre diferentes habitaciones.
La casa en la Rua do Lindo Vale es claramente una casa urbana que pertenece a ese lugar en particular.
Es la expresión espacial de la experiencia residencial de sus arquitectos; construida con una gran simplicidad en el diseño y materiales, logrando una calidad muy alta a través de un sentido riguroso de la construcción y una gran versatilidad espacial.
Texto.- Ana Cláudia Monteiro + Vítor Oliveira.
CRÉDITOS. FICHA TÉCNICA.-
Arquitectos.- Ana Cláudia Monteiro + Vítor Oliveira.
Colaboradores.- António Oliveira, Américo Monteiro (ingeniería).
Dirección de obra.- Ana Cláudia Monteiro + Vítor Oliveira.
Constructor.- Ergohab.
Localización.- Rua Lindo Vale, Oporto, Portugal.
Fechas.- 2010 (proyecto), Junio 2014 (construcción).
Superficies.- 225 m² (parcela), 249 m² (área bruta construida).