La intervención de Padilla Nicás Arquitectos y Mariluz Sánchez Moral aborda un doble reto, por un lado propuso elevar el nuevo edificio para facilitar la conexión urbana entre los dos espacios, a la vez que se generaba un espacio cubierto facilmente gestionable. Y por otro, un dialogo necesario con la memoria del lugar, dado que el nuevo edificio en una manzana de forma trapezoidal de 2.000 m² se une a otros dos edificios ya existentes la Antigua Casa de Baños (1932) reconvertida a principio de los años 80 en Centro Cultural y una construcción adosada en la medianera (2006).
El nuevo edificio acoge un programa de carácter más lúdico, salas multiusos y taller, que dialoga mejor con la geometría de la planta, resultado de los diferentes condicionantes urbanísticos.
El espacio urbano cubierto se consigue gracias a una losa, utilizada como techo de la primera plantacon nervios de 95 cm de canto. Esta exigencia estructural se traslada también a las plantas superiores, para facilitar un programa con usos deportivos.
La fachada inferior del nuevo edificio tiene un acabado igual al de la Casa de Baños, creando un diálogo entre las construcciones. En las plantas superiores las nuevas fachadas son arropadas por un sistema de piezas porcelánicas verticales, que facilitan una conexión visual con las fachadas de fábrica de ladrillo visto del Barrio.
Centro Cultural Buenavista por Padilla Nicás Arquitectos + Mariluz Sánchez Moral. Fotografía por José Hevia.
Centro Cultural Buenavista por Padilla Nicás Arquitectos + Mariluz Sánchez Moral. Fotografía por José Hevia.
Descripción del proyecto por Padilla Nicás Arquitectos + Mariluz Sánchez Moral
La oportunidad de crear un espacio urbano que conectara el interior del patio de manzana objeto de trabajo con una plazuela ubicada en la colindante calle Cartagena se nos presentó desde el principio como el objetivo fundamental del proyecto. Este nuevo espacio urbano permitiría, al tiempo, recuperar para la Ciudad vistas a las fachadas posteriores de una notable edificación, la Casa de Baños de la Guindalera.
Para hacer compatible este anhelo con el desarrollo del programa de usos solicitado, el nuevo edificio propuesto se eleva del suelo en buena parte de su huella apoyado en un sistema de esbeltos pilares de hormigón y acero, creando este espacio urbano cubierto, que puede permanecer abierto o ser cerrado según las necesidades de uso y horario.
De este modo es posible completar con una nueva edificación la manzana de forma trapezoidal de 2.000 m² de superficie en la que ya se ubican otros dos edificios de carácter y fecha de construcción muy diferentes: la Antigua Casa de Baños (1932) reconvertida a principio de los años 80 en Centro Cultural y una construcción adosada en la medianera (2006).
Centro Cultural Buenavista por Padilla Nicás Arquitectos + Mariluz Sánchez Moral. Fotografía por José Hevia.
Fue decisión clave mantener en la Casa de Baños los usos que ya albergaba, como la biblioteca, el salón de actos y espacios de apoyo, con la clara intención de respetar el carácter consolidado del edificio. En contraste, es en el nuevo edificio donde se ubican los usos de carácter más lúdico, salas multiusos y taller, que entran en juego con la geometría que presenta en planta, derivada de los límites de la parcela y los retranqueos necesarios a las múltiples edificaciones colindantes.
Para poder crear el espacio urbano cubierto la estructura del nuevo edificio ha de tener una notable potencia que permita salvar luces de gran tamaño en sus plantas inferiores. Lo cual exige una losa, como techo de planta primera, con nervios de 95 cm de canto. Esta exigencia estructural se traslada también a las plantas superiores, puesto que las salas de uso deportivo han de poder funcionar como unitarias, lo cual exige liberar de apoyos la mayor parte de su superficie.
En relación a la envolvente, la restauración de los morteros originales de la Casa de Baños da un enorme valor a su aspecto exterior rejuvenecido, y este mismo acabado se emplea en las fachadas del nuevo edificio, buscando el diálogo entre construcciones. Este acabado, de textura rugosa y tono ligeramente ocre, se muestra por completo en las plantas inferiores, las más cercanas visual y especialmente a la Casa de Baños, si bien en las plantas superiores se cubre con un sistema de piezas porcelánicas verticales, que pasan por delante de los huecos con cierta libertad, y que entran en relación con las fachadas de fábrica de ladrillo visto tan presentes en el Barrio.
Centro Cultural Buenavista por Padilla Nicás Arquitectos + Mariluz Sánchez Moral. Fotografía por José Hevia.
Méritos
Los mayores retos a la hora de enfrentar el proyecto se derivan de los múltiples condicionantes de partida: históricos, formales, materiales o espaciales. Por un lado, la intención de restauración y puesta en valor de la antigua Casa de Baños. Actuando de manera respetuosa con los elementos originales y planteando el programa de usos que se beneficiara de sus cualidades espaciales preexistentes.
Por otro lado, la actuación sobre el espacio libre de parcela con la construcción de un nuevo edificio, solventando las restricciones geométricas propios de la ciudad consolidada y aprovechando la oportunidad para crear un espacio de uso público teniendo en cuenta las necesidades del barrio en el que se inserta.
Esta doble línea de trabajo marca el equilibrio que se intenta mantener en todas las decisiones de proyecto, teniendo como resultado un nuevo volumen con una clara potencia estructural y visual que, por otro lado, se percibe de una escala cercana por su materialidad y el tamaño de los espacios resultante, con una imagen amable y respetuosa con el entorno y sus habitantes.