Tras quedar abandonada en los años noventa, la casa construida por Eileen Gray junto con Jean Badovici en Roquebrune-Cap-Martin entre 1926 y 1929, se está finalmente restaurando.
La empresa británica de diseño ARAM, con la que Gray trabajó al final de su vida y que cuenta con todos los derechos sobre sus diseños, ha donado algunas piezas de mobiliario como el sillón Bibendum, la mesa ajustable homónima E1027 y la mesa Rivoli para completar la renovación de la vivienda.
Algunas escenas de la película se han grabado en la villa original. Para recaudar fondos para la restauración se lanzó una campaña de Kickstarter que buscaba obtener $40.000 pero desafortunadamente sólo se consiguieron $6.646. A cargo del diseño de producción están Anne Seibel, nominada a un oscar por Midnight in Paris, junto a Emmanuelle Pucci en la dirección artística. La actriz Shannyn Sossamon encarna a Eileen Gray en la película, Vincent Perez interpreta a Le Corbusier y Alanis Morissette y Francesco Scianna son Marisa Damia y Jean Badovici respectivamente, amantes de Gray.
Sinopsis
Una película de Mary McGuckian
The Price of Desire cuenta la controvertida historia de cómo la importante contribución de Eileen gray a la arquitectura y el diseño del siglo XX quedó eclipsada prácticamente por completo por el ego de Le Corbusier. La relación sentimental de Gray con Jean Badovici, amigo e impulsor de Le Corbusier, condenó su legado arquitectónico a un siglo de abandono y de reconocimiento tardío.
La película tiene lugar dentro y en torno a la Villa E1027, obra de Eileen Gray reconocida ahora como la primera vivienda del movimiento Moderno construida, y explora los detalles de cómo Le Corbusier se apropió literalmente de la villa. Una curiosa metáfora sobre la pérdida de los derechos de propiedad intelectual de Gray sobre su amada villa. La omisión por parte de los hombres que la rodeaban impidió que Gray fuese reconocida como autora de su obra, una historia no muy alejada de la de muchas mujeres aún hoy en día.
La pobreza de la arquitectura moderna se debe a la atrofia de la sensualidad. Todo está dominado por la razón para crear asombro pero sin una adecuada investigación. Debemos desconfiar de los elementos pictóricos si no son asimilados por instinto. No es simplemente una cuestión de construir bellos conjuntos de líneas, sino sobre todo viviendas para la gente."
Eileen Gray