En el mundo real, el modelo socios-cónyuges ha demostrado que funciona, no porque genere una atmósfera doméstica de concordia y compromiso, sino porque permite a dos personas leales pero con opiniones propias, con niveles compatibles de obsesión y determinación, alimentarse de sus energías mutuas — NY Magazine
Con motivo de la petición de reconocimiento a Denise Scott Brown del Premio Pritzker, finalmente denegada, se ha recuperado un debate que siempre ha estado latente entre los arquitectos: la situación de quien es pareja de arquitecto no solo profesionalmente sino también en la vida privada. Esta situación tiene aspectos positivos y negativos, entre los primeros está el participar en el debate del que surge habitualmente el proyecto de arquitectura, en estos casos es la propia pareja el mejor interlocutor y de mayor confianza, y la parte negativa es que puede que nunca desconectes y el descanso del trabajo nunca se produzca. En cualquier caso te recomendamos la lectura del artículo de Justin Davidson publicado en el New York magazine, a continuación.