La apertura al público se realizará el próximo 1 de febrero de 2013. El instituto estuvo amenazado de cierre debido a que la antigua estructura de la biblioteca, que se encontraba entre el Palacio y el Palazzo Zuccari Stroganoff, había dejado de cumplir las normas de seguridad contra incendios y también tenía problemas de estabilidad. A estos problemas se le unió una progresiva falta de espacio debido al número creciente de libros en la biblioteca: esto llevó a la celebración de un concurso internacional, convocado en 1994, y que ganó Juan Navarro Baldeweg en 1995. El cliente era la Sociedad Max Planck, Alemania con el apoyo del Ayuntamiento de Roma.
El proyecto de Juan Navarro Baldeweg para la remodelación del área que fue jardín en el Palacio Zuccari exigía en primer lugar considerar las raíces físicas de este singular espacio. Sería difícil no actuar en conformidad al genius loci que siempre trataría de manifestarse transparentándose en cualquier intervención respetuosa.
El lugar que fue ya jardín aterrazado en la villa romana de Lúculo se generaba por la disposición escalonada de los muros de contención en la pendiente del Pincio descendiendo por la ladera meridional. Las sugerencias formales de ese jardín que hubieran permitido una visión unitaria en su presentación escalonada han servido de inspiración en nuestro proyecto.
Proponemos que el acceso público a la nueva biblioteca se haga por el portale mascherone figura que fue para Zuccari el necesario contraste al encanto paradisíaco de lo que se abría a la vista al traspasar sus puertas. También en nuestro caso desde esa entrada se comprenderá de golpe la constitución general de la biblioteca. Ahora el lugar aparece metamorfoseado en un pozo de luz de perímetro acristalado con un fondo mural ligeramente inclinado en el que resbala y se refleja la luz. En torno a ese elemento central se organizan terrazas escalonadas en perímetro libre conteniendo las librerías y las salas de lectura. Así se obtiene un espacio interior que aun siendo reducido ofrece un gran interés por su progresión vertical por la luminosidad ambiental y la riqueza formal de un orden escalonado en corte trapezoidal.
Las distintas plantas se organizan según una distribución regular que sitúa las librerías en la zona que da a la vía Sixtina y las zonas de lectura en la mitad correspondiente a la vía Gregoriana abriéndose a las ventanas y terrazas que se asoman al panorama de Roma. En la planta superior se dispone como actividad segregada e independiente del espacio común central de gran altura una sala de lectura de silencio que se beneficia además de la terraza superior como lugar de descanso y disfrute de vistas.
La transición desde la terraza más baja del palacio Stroganoff a la terraza alta del Palacio Zuccari se hace por medio de una cubierta convencional inclinada. Así se consigue un paso más fácil y se hacen más dulces los saltos en el perfil del conjunto de la Hertziana. Esta cubierta se combina con elementos de lucernario que garantizan una buena iluminación cenital en la sala superior de silencio. La propuesta pone de manifiesto el deseo de dar variedad a la planta de cubiertas aceptando la fragmentación y la convivencia de terrazas planas y cubiertas inclinadas apreciando lo que es típico de los techos de Roma y lo que muestra la visión aérea de la ciudad.
El ladrillo visto lavado en blanco es el acabado propuesto para los paramentos que encierran el espacio de gran altura central. La textura buscada invita a recordar el interior de la Gliptoteca de Munich. El tono claro del ladrillo así tratado será un buen reflector de la luz cenital tiñendo el ambiente de un color cálido y luminoso. En la planta de la entrada el suelo será de travertino. El piso de las plantas superiores será en su mayor parte madera. El conjunto sencillo y noble de los acabados ladrillo lavado en blanco piedra madera e incluso los libros como piel visible crearán un sistema de materiales en buena resonancia recíproca haciendo grata la experiencia ambiente.
En marzo de 2013, la Biblioteca Hertziana celebra el centenario de su fundación. Al mismo tiempo, Palazzo Barberini, en colaboración con la Biblioteca Hertziana, está organizando una exposición dedicada a la donación de Henriette Hertz Estado Italiano. Las obras de la coleccionadas Hertz, que ahora se conserva en la Galería Nacional de Arte Antiguo, se exhibirán juntas por primera vez.
Lugar.- Bibliotheca Hertziana. Max-Planck-Institut für Kunstgeschichte. Via Gregoriana 28 – 00187 Roma, Italia.