Esta exposición une dos colecciones, Murmurs y Compressions, que muestran distintas maneras de hablar de lo mismo: la estética de la complejidad. Por una lado a través de las formas más euclidianas de los muros fotografiados frontalmente, y por otra a través de las formas más orgánicas de los animales chafados en las carreteras. En los dos casos se generan unas figuras recordadas sobre un fondo que definen los limites netos de unas complejas texturas. Un conjunto con una coherencia formal obtenida de las propias dinámicas que las han generado: eventos físicos han ido conformando estos objetos sin ninguna intención formal pero con el persistente y sistemático roce con el tiempo. Textura, geometría y gama tonal, son los elementos con los que estas fotografías intentan crear unas imágenes que vibren entre lo abstracto y lo figurativo.
Lugar: Galería Kowasa. C/Mallorca, 235. Barcelona. SP.
Fechas: (Inauguración el 27) 28 de septiembre al 3 de noviembre de 2012.
MURMURS
Es un intento de superar el sistema perspectivo de la fotografía. Trabajar con la cámara como colector de información, como si se tratara de una hoja superpuesta al muro encima de la cual frotamos con el lápiz para hacer aparecer la textura, la forma y los colores (en este caso) de lo hay debajo. Intentar ver de forma casi táctil, como dejando resbalar la vista sobre el muro. Unas imágenes, por tanto, que intentan no "re-presentar", sino "presentar", es decir, no mostrar la foto como una ventana a otra realidad, sino como un nuevo objeto independiente y autosuficiente, como un elemento nuevo que la mirada no lo atraviesa sino que se queda pegada a él.
Fotografiar no como un cazador (que apunta y dispara a algo que se mueve) ni como un pescador (como decía Cartier-Breson, que esperaba en un sitio pacientemente a que "picaran") sinó como un recolector, que va llenando su cámara de los objetos que encuentra por el camino, con la sensación tal vez, de que sino los recogiera se echarían a perder. Entender el muro como receptáculo de información: igual que un vinilo contiene en sus surcos la infomación para poder oir una música tocada en otro momento, los muros contienen también grabados en sus trazas la historia que les ha ido conformando. No tenemos el descodificador para poder reproducir lo que pasó, pero lo que sí que podemos ver es que aquella información está efectivamente contenida ahí. Fotografiar para acumular esta información, como para asegurarnos de no perderla. Fijarnos en cada una con sus particularidades, de sus detalles, de sus imperfecciones... Guardarlo para ver si con el tiempo nos murmura algo.
COMPRESSIONS
En la fotografía estamos constantemente pasando realidades tridimensionales a planos bidimensionales sin que seamos concientes de la violencia geométrica que esto supone. Estamos en una sociedad tan saturada de fotografías que directamente vemos a través de la "ventana fotográfica" sin reparar en el collage de elementos planos que se produce en este marco bidimensional.
Los animales chafados en las carreteras sufren un proceso similar pero, al contrario que en el anterior, sí que muestran la violencia contenida en el proceso. Como si de una fotografía cubista se tratara, las partes del cuerpo del animal se distribuyen en el plano redefiniendo las posiciones entre ellas pero manteniendo ciertas relaciones que nos permiten intuir su forma volumétrica original.
El resultado es una mancha de geometrías y texturas complejas sobre fondo blanco, que nos remite a algo orgánico sin que podamos identificarlo inmediatamente, generando una vibración visual entre la forma abstracta y la forma figurativa que contiene la imagen.
En este trabajo se han recogido animales atropellados en carreteras de Cataluña y Estados Unidos y después de depositarlos sobre un fondo blanco se le ha hecho una fotografía cenital sin luz directa.