Memoria escrita por Josep Lluís Mateo para el concurso:
Superficie frente masa (horizontal frente vertical)
Existe un eje, que pasa por nuestro lugar y acaba en el monumento a la batalla de Leipzig. Dos monumentos para el recuerdo: una antigua batalla que se representa por una suerte de masa montañosa, y un levantamiento pacífico, personas en movimiento, puntos en la noche que definen una figura plana de pixeles cambiante.
El recuerdo que debemos conmemorar es el de un cambio pacífico, masivo, sin jerarquías, que visualizamos en las fotos históricas como puntos luminosos, cambiante como el oleaje en el mar. Formal y conceptualmente, nos parecía que nuestra intervención en este caso tenía que operar en superficie y no en volumen; debía ser horizontal y no vertical.
Frente la montaña del Völkerschlachtdenkmal, nosotros éramos el mar que persistentemente erosiona la dura roca y la transforma en arena.
El espacio urbano
Estamos a la entrada de la ciudad histórica, en un enorme vacío que parcialmente se urbanizará. Pensar la actuación que el recuerdo nos motiva, en relación con el espacio urbano del futuro ha sido también fundamental en nuestra propuesta. Nos interesaba mirar todo el vacío como espacio urbano configurado a través de la lógica narrativa del evento que celebramos.
El lugar en su superficie participa del eje de movimientos norte-sur que el nuevo metro en su interior construye. Lugar de movimiento, y también de estancia doméstica y masiva. El lugar se divide en tres partes:
A. El bosque de la memoria
Establece el contacto con las nuevas intervenciones edificadas del sur-este. Suelo de tierra, espacio infantil y familiar. Su diseño es una alegoría de la historia que recordamos: diversas especies vegetales interpretan las diferentes texturas que las manifestaciones de la época expresan. La evolución de las plantas, con sus diferentes momentos de floración marcan la secuencia creciente de densidades de la historia que recordamos.
B. El suelo de las masas
Un gran pavimento de piezas pequeñas de piedra es la base del gran espacio de rencuentro de las masas.
El pavimento construye el mundo, recordamos la unidad a escala mayor. El pavimento integra luces, una fuente, otros recuerdos (trazados históricos). Está limitado por dos muros rotos: a la izquierda, próximo a la calle Petersteinweg, construye parte del pabellón de la memoria, bancos, el soporte del gran palo vertical provee de luz en la noche al mundo. Hacia la derecha el muro es simplemente con desnivel, un asiento. El llano ha superado al muro.
El espacio esta preparado para ser el soporte de nuevas manifestaciones, una pista de hielo, mercado de Navidad, un concierto de rock; por ejemplo.
C. El pabellón del recuerdo
Sobre la esquina de las calles Petersteinweg y Windmühlenstraße un pequeño accidente construido, recuerda más explícitamente, la historia. Este objeto tiene tres partes:
1.El muro rojo agujereado
Un muro de hormigón construido con virutas metálicas como arena, progresivamente enrojecido en el tiempo.
El muro se rompe, ya no separa, une. Las palabras “Wir sind das Volk” generan las ventanas en el muro.
2.El estanque dorado de los deseos
En la base del muro rojo un pequeño estanque lo refleja. Es de oro (ó así parece su fondo). Podría imaginarse que se lancen monedas como en otros lugares para solicitar el cumplimiento de deseos insatisfechos.
3.El cielo negro: el filtro de la luz
Un pequeño techo apoyado en el muro y perpendicular a él filtra la luz solar que se transforma en rayos. Estos iluminan el suelo, gruesas losas de piedra con las palabras de aquel tiempo grabadas. Palabras de aquel tiempo y del nuestro.
Autor: Josep Lluís Mateo
Paisajista: Manel Colominas
Artista (mapa): Matt Mullican