En el interior, se han utilizado grandes losas de cuarcita Negresco pulida para revestir tanto los pisos como las paredes, creando un espacio monocromático texturizado por las vetas blancas de la piedra.
Descripción del proyecto por Matteo Foresti
En medio del archipiélago de Estocolmo, un camino estrecho lleva a los visitantes a una sauna: una caja negra incrustada en las rocas.
En su interior, un banco de piedra monolítico mira al agua a través de una gran ventana corredera.
Realizada en granito negro (Negresco) y madera oscura (Roble), el espacio es como una cámara oscura, una pequeña caja dibujada para dar forma a las vistas del paisaje.
En la parte posterior, una pared gruesa contiene todos los servicios: una pequeña cocina escondida detrás de las puertas correderas y un baño iluminado por una claraboya.
Por la noche, la pequeña sauna se asemeja a un faro, un espacio cálido y acogedor iluminado desde el interior.