Los equipos ganadores crearon representaciones digitales con las características físicas y funcionales de un habitat en Marte utilizando herramientas de software especializadas. Un refugio sostenible para un equipo de cuatro astronautas en una misión a Marte, usando técnicas de construcción habilitadas por la tecnología de impresión 3D. Los equipos tuvieron que encontrar una solución que abordara los problemas del transporte de materiales desde la Tierra a Marte, así como las diferencias en la atmósfera y el paisaje en el nuevo planeta.
Los jueces entrevistaron y evaluaron las presentaciones de 18 equipos de todo el mundo y seleccionaron estos equipos:
Los jueces entrevistaron y evaluaron las presentaciones de 18 equipos de todo el mundo y seleccionaron estos equipos:
- Equipo Zopherus de Rogers, Arkansas - 20.957,95 $
- AI. SpaceFactory de Nueva York - 20.957,24 $
- Kahn-Yates de Jackson, Mississippi - 20.622,74 $
- SEArch + / Apis Cor of New York - 19.580,97 $
- Northwestern University of Evanston, Illinois -17.881,10 $
Cinco equipos compartirán un premio de $ 100,000 en la última etapa de la competencia 3D-Printed Habitat Centennial Challenge de la agencia.
"Estamos encantados de ver el éxito de este grupo diverso de equipos que se han acercado a esta competencia en sus propios estilos únicos", dijo Monsi Roman, gerente de programa de Centennial Challenges de la NASA. "No solo están diseñando estructuras, están diseñando hábitats que permitirán a nuestros exploradores espaciales vivir y trabajar en otros planetas. Nos entusiasma ver cómo sus diseños cobran vida a medida que avanza la competencia ".
A medida que la NASA avanza en la exploración del espacio profundo, será esencial contar con hábitats confiables para el sustento de la vida. Pero crear una estructura en la superficie de Marte es un desafío extraordinario teniendo en cuenta los amplios límites en el transporte de materiales y las diferencias en la atmósfera y el paisaje. El 3D-Printed Habitat Challenge tiene como objetivo promover la progresión de refugios sostenibles que algún día ocuparán la Luna, Marte o más allá al empujar a los inventores ciudadanos a desarrollar nuevas tecnologías capaces de fabricar aditivamente un hábitat utilizando recursos indígenas con o sin materiales reciclables.