Al borde de toda lógica se sitúa este proyecto que demuestra un amor extremo por la naturaleza. Un magnífico proyecto, con una idea nítida, clara y contundente, llevada hasta las últimas consecuencias por su autor, que vive y trabaja en ella.
Es un edificio donde la relación entre el hombre y la naturaleza se vuelve frágil, pero real y directa:
El lugar de trabajo cerca del aroma de las flores de primavera.
Sombra en verano para trabajar en la oficina.
Las hojas de otoño cayendo en la cama al despertar.
El cálido sol de invierno llegando al suelo.
El límite máximo actual, las nubes claras.
El sonido de la lluvia desde el techo Zaazaa.
Resumen de techo, pantalla de nubes
Techo solar y la nieve es blanca y suave
Desaparición de la mañana viendo las estrellas
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Tendido en el suelo con las raíces del árbol
Descomposición de agua en oxígeno
Tienda de campaña para protegerse de los rigores del hormigón
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Bondad, fragilidad.
Un lugar de trabajo, cuyos ocupantes pueden oler el aroma de las flores de la primavera, mirar las nubes y las estrellas, y escuchar el sonido de la lluvia y la caída de las hojas.
Sumiyoshi House es el paradigma contemporáneo de la actitud japonesa en su relación con la naturaleza. La planta de esta diminuta residencia realizada por Takashi es tan básica que en los días de lluvia necesita un paraguas para ir al baño. Un sacrificio recompensado, sin embargo, por la posibilidad de observar el cielo y escuchar la presencia de la naturaleza. Del mismo modo, en Tenjinyama Atelier, la dura tierra que sirve de pavimento no representa más de uno o dos enganchones. Pero aquí de nuevo las molestias se pagan gratamente ante la posibilidad de cultivar plantas y árboles en el mismo lugar de trabajo.
Tenjinyama Atelier es en realidad un experimento. Una investigación que lleva al límite las relaciones entre hombre, naturaleza y arquitectura. Su idea es que debe existir una relación sin artificios entre ambos y dejar que cada uno recorra su camino, dejar que la arquitectura madure sin cuidados, al igual que crece un hijo.
La catástrofe que afectó a Japón el pasado 11 de marzo ha unido fenómenos naturales y artificiales que tendrán un efecto a largo plazo en la conciencia ecológica del pueblo japonés. La percepción de la evolución de la naturaleza es ya un condicionante. El riesgo nuclear ha provocado que un cambio en el viento, en la brisa, pueda enviar las radiaciones. En su artículo para Domus, Matteo Belfiore comentaba lo siguiente: "¿Cuál es el papel del diseño ecológico? para mí es vivir cómodamente durante mucho tiempo y reducir al mínimo los daños al medio ambiente", responde. "Esta construcción no puede cumplir tal vez la eficiencia, sino que está ligada a la fuerza de la naturaleza. Se trata de un cambio de actitud. Por ejemplo, en lugar de utilizar una bombilla de baja energía, preferimos mirar a la luz del cielo en una oscura habitación”.
Arquitecto: Takasi Fujino / Ikimono Architects
Construcción: Akira Suzuki / ASA
Superficie de la parcela: 177.18 m²
Área construida: 61,93 m²
Altura máxima: 8.022 m
Diseño: 2008-2009
Trabajos de construcción: 2009-2010
Programa: Oficina y Vivienda.