Os escribo para contaros una pequeña historia que está siendo noticia en los periódicos de Pekín, y que tiene como protagonista a un compañero de trabajo.
• Dai Haifei es un chico de una zona rural del sur de China, de 24 años, que está trabajando en nuestra oficina desde el verano. Para su proyecto de graduación como arquitecto se construyó su propia casa rodante. La hizo con sus padres y amigos, pidiendo un préstamo de unos 6500 yuanes (750 euros). Dedicando la mitad a la construcción y la otra mitad al transporte. Esto aquí en China es mucho, especialmente para él que proviene de una familia de campesinos, en la que este dinero supone el sueldo de más de un año.
• La casa tiene forma de huevo; de hecho en el estudio le llamamos el egg-boy, (鸡蛋男孩 Jīdàn nánhái) y está aparcada en la puerta de nuestro estudio. Dai Heifei ha estado viviendo en el huevo desde el verano, y hasta ayer (a pesar del frío que hace aquí en Pekín).
• El gobierno no ha visto con buenos ojos esta propuesta ya que teme que la gente se empiece a construir sus propias casas y se dedique a colonizar las calles de Pekín. Esta semana pasada ha habido un montón de líos de abogados, policías, y periodistas, incluso me entrevistaron en chino para la televisión y hoy irán a destruir el huevo.
Así que ayer nos dedicamos a esconderlo en una fábrica abandonada, para que no lo encuentren.
Seguiremos informando.
Héctor, corresponsal desde Pekín.
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