Carmelo Rodriguez comenta como la columna pierde todo su protagonismo durante el movimiento moderno. Los ornamentos son eliminados de los pilares y pasan a perder su nombre en pos del término corbuseriano "piloti" y como consecuencia, solo es relevante su funcionalidad y efectividad.
Carmelo Rodríguez de ENORME Studio, diseña dos lámparas para Bizarre Columns que intentan recuperar el pasado clásico de las columnas dóricas y jónicas. Construidas en metacrilato fluorescente, utilizan luminarias convencionales como un tubo fluorescente y un globo de vidrio.
Descripción del proyecto por ENORME Studio
Durante el Movimiento Moderno, la columna es despojada de cualquier protagonismo procedente de su insigne pasado. Cualquier referencia ornamental significante es eliminada de una columna reducida a una cuestión funcionalista sintáctica. La columna, que incluso pierde su nombre en pos del término corbuseriano "piloti", sólo es relevante en cuanto a su capacidad estructural y estructurante del nuevo orden impuesto por la modernidad a través de la planta libre. Esta reducción formal y semántica será cuestionada por Robert Venturi en "Complejidad y Contradicción en la Arquitectura" de 1966 y por Charles Jencks en "El Lenguaje de la Arquitectura Posmoderna" de 1977. Para este último, la arquitectura debe recuperar su capacidad semántica como lenguaje a través del poder de la metáfora. La columna se convierte así en la palabra fundamental destinada a explicitar esos nuevos mensajes que superen, pero a la vez incluyan, a la agotada modernidad. La hibridación y complejidad estéticas, la recuperación y reinterpretación de la historia, el gusto por lo extravagante o bizarro, la inclusión del público no especializado, el interés por el contexto o la generación de nuevos referentes culturales son algunos de esos nuevos mensajes para los que la columna se convierte en medio de comunicación fundamental.