El nuevo monumento está hecho principalmente de hormigón visto y combina seis volúmenes triangulares que crean la Estrella de David.
"La estrella sigue siendo el símbolo visual del Holocausto - un símbolo que millones de judíos fueron obligados a usar por los nazis para identificarlos como judíos, excluirlos de la humanidad y marcarlos para el exterminio. Los espacios triangulares son representativos de las insignias que los nazis y sus colaboradores usaban para etiquetar a homosexuales, Roma-Sinti, Testigos de Jehová y prisioneros políticos y religiosos por asesinato", explican los arquitectos.
El monumento recuerda a "los millones de hombres, mujeres y niños inocentes que fueron asesinados bajo el régimen nazi y reconoció a los supervivientes que pudieron finalmente hacer de Canadá su hogar". Servirá como solemne recordatorio, dijo Trudeau, de los seis millones de vidas perdidas globalmente en el Holocausto.
Los colaboradores de Studio Libeskind incluyeron en el equipo a los organizadores de museos Lord Cultural Resources, al artista-fotógrafo Edward Burtynsky, al arquitecto paisajista de Montreal Claude Cormier y a la investigadora Doris Bergen. Sobre el terreno, el sitio está organizado en dos planos: uno que asciende, apuntando al futuro; y uno que desciende, sugiriendo el recuerdo.
Burtynsky proporcionó murales a gran escala que representan hoy los sitios del Holocausto. El terreno también incluye tres áreas de contemplación, la Llama del Recuerdo de cuatro metros de altura y La Escalera de la Esperanza (que se muestra a continuación), que enfrenta los edificios del Parlamento de Ottawa. Es una declaración que pretende reconocer las continuas contribuciones que los sobrevivientes del Holocausto han hecho a Canadá.
"Este monumento no sólo crea un espacio público muy importante para el recuerdo de los asesinados en el Holocausto, sino que también sirve como un recordatorio constante de que el mundo de hoy está amenazado por el antisemitismo, el racismo y el fanatismo", dijo Libeskind en un declaración. "Canadá ha mantenido los valores democráticos fundamentales de las personas independientemente de su raza, clase o credo, y este monumento nacional es la expresión de esos principios y del futuro".
Canadá, ha sido la última nación aliada sin un monumento al Holocausto.