Cristina Iglesias: Metonimia en el Museo Reina Sofia

Lynne Cooke, comisaria de la muestra y gran conocedora de su obra, sacará el máximo provecho a las posibilidades del edificio Sabatini jugando con la luz, el espacio, y la arquitectura. Prácticamente todas las ventanas de la sala A1 se abrirán para que entre la luz natural y situar al visitante en el espacio. Por otro lado, y para establecer una relación entre el interior y el exterior del edificio, las puertas que comunican las salas con el jardín de Sabatini, permanecerán abiertas, así se mantendrá un recorrido fluido a través de las obras de la artista que se situarán en este espacio.

Se mostrarán alrededor de treinta esculturas, algunas de ellas de más de nueve metros de longitud, realizadas en gran variedad de materiales (bronce, hierro, cemento, madera, resina, cristal, hormigón...). Una parte de la exposición se dedicará a sus conocidas Celosías y otra a los Corredores suspendidos, a través de los cuales el espectador podrá deambular en un recorrido laberíntico. Además se podrán ver dos de sus grandes pasillos vegetales, así como sus esculturas más tempranas, realizadas en las décadas de los ochenta y noventa. Estas piezas, de dimensiones más reducidas, se caracterizan por la mezcla de materiales tales como alabastro, tapiz, cristal, resina o aluminio. Por último, se incluirá en el jardín, la serie de obras titulada Pozo, recientemente realizadas y en las que el agua es un elemento escultórico más.

La exposición presentará también una panorámica completa de sus serigrafías en cobre y tela. Estas obras parecen estar impresas en fotografías de instalaciones reales, cuando en realidad representan modelos en miniatura de los trabajos escultóricos de Iglesias, creando una ilusión de profundidad espacial. Además, algunos de sus proyectos públicos quedarán reflejados a través de la serie de vídeos Guided Tours