Descripción del proyecto por Contell-Martínez Arquitectos
Desde hace más de cuatro siglos el Palacio de Castilfalé es testigo de peregrinaciones mientras observa callado la Catedral. Desde el siglo XVI, el palacio ha ido modificando tanto su morfología como sus usos, siendo hoy sede del Archivo Municipal, conteniendo documentos de incalculable valor para entender la historia de Burgos que se remontan a los privilegios rodados, sisas o alcabalas de la Edad Media.
En la actualidad, el conjunto integrado por el archivo y el propio palacio (entendido como edificio) muestran importantes carencias de espacio y de funcionamiento. El proyecto propuesto para la ampliación del actual archivo analiza y da respuesta a estos problemas utilizando distintas estrategias, que se enuncian a continuación y que están profundamente ligadas entre sí.
- Proponer un uso ordenado del conjunto y unos recorridos diferenciados
Debido a la falta de espacio, las zonas de archivo se han ido insertando en el edificio sin un orden claro, existiendo una clara interferencia entre los recorridos de los distintos usuarios, ya sean trabajadores, investigadores, visitantes o documentos.
En la propuesta se hace un análisis profundo de los distintos recorridos necesarios para el correcto funcionamiento del archivo, implementando las medidas necesarias y reorganizando el conjunto para que el funcionamiento del mismo sea óptimo.
- Recuperar el Palacio de Castilfalé para los ciudadanos y los usuarios del archivo
Las sucesivas modificaciones, alteraciones y cambios en el uso del edificio ha derivado en que en el momento presente la estructura natural del palacio y los espacios más interesantes sean ahora mismo espacios residuales o con un uso esporádico, desarrollándose la actividad cotidiana dejando de lado el legado histórico que compone el mismo edificio.
Del mismo modo que nadie entendería que el acceso a la Catedral se realizara por un capilla lateral y quedara oculto el espacio de la nave principal, no puede entenderse que los elementos con un mayor interés arquitectónico tengan un uso esporádico, como son el espacio de acceso, el patio, las dos escaleras o la bóveda de una de ellas, así como –con un carácter distinto- los espacios conservados en la crujía de la planta noble que recae a la calle de Fernán González.
- Plantear una solución que sea viable económicamente
Hacer que el proyecto pueda ser viable desde el punto de vista económico va directamente ligado a la propuesta planteada. La estrategia inicial que consiste en aglutinar los espacios de archivo en la ampliación que se ha de llevar a cabo, permite que este cuerpo se construya como un gran contenedor, lo que permite:
- Eliminar los huecos de fachada y reducir enormemente el coste por metro cuadrado de la misma.
- Suprimir la totalidad de los falsos techos.
- Hacer una estructura ordenada optimizada para las cargas requeridas, evitando refuerzos estructurales en el edificio existente.
- Hacer una intervención mínima en el edificio existente, que se limita prácticamente a la implantación de los núcleos de circulación verticales y aseos para que el conjunto funcione correctamente.
La vertiente urbana del proyecto es posiblemente la más importante de las distintas estrategias proyectuales por situarse en un punto tan sensible y que ha de dar respuesta a distintos condicionantes.
- Respecto a la trama histórica, se mantiene la disgregación volumétrica anterior (tanto de sus fachadas, como de sus cubiertas) propia de la trama compacta de los edificios de viviendas.
- La volumetría fraccionada en tres cuerpos permite que se articulen en altura para coser el espacio entre el palacio y los edificios de viviendas. Aunque no se contemple exactamente de este modo en el Plan General de Ordenación Urbana de Burgos, estos ajustes en altura pueden llevarse a cabo por medio de un estudio de detalle, totalmente necesario debido a la singularidad y sensibilidad del emplazamiento.
- La ampliación se muestra al exterior con los mismos materiales que el Palacio de Castilfalé, generando un conjunto homogéneo. Materiales y técnicas constructivas tradicionales: ladrillo manual, aplacado de piedra y carpinterías de madera. Un plano de ladrillo continúa el existente y gira generando el espacio de respeto con la portada de la Catedral, al tiempo que sirve como telón de fondo de la perspectiva de la parte alta de la calle de Fernán González.
- La presencia de la Catedral hace que los planos de fachada sean totalmente neutros, dos lienzos de piedra que no desvían la atención de la Portada de la Coronería. Las superficies acristaladas de la planta baja amplían el espacio en el sentido de la calle Fernán González y en el perpendicular a la portada de la Catedral.
Siguiendo la volumetría histórica, hacia la plaza del Pozo Seco la ampliación se propone de una altura. Entendiendo el proyecto como una posibilidad de regeneración y mejora urbana, se sitúa en esta plaza uno de los accesos de los trabajadores del archivo, así como un espacio de exposiciones-cafetería, que constituye un magnífico mirador de la Catedral y de Las Llanas, que puede funcionar con un horario independiente al del archivo. El acceso al archivo se materializa con un lienzo de ladrillo como el existente, que da continuidad al muro del palacio. El frente de la sala de exposiciones se plantea como una superficie acristalada totalmente permeable, que amplía el espacio de la plaza y que la conecta visualmente con la Portada de la Coronería.