Memoria del proyecto
Es decir, el arquitecto pretendía que la casa ofreciese un símbolo activo mediante la utilización de un gran techo y elementos estructurales que fuesen parte de su vida diaria en lugar de ser sólo imagen.
Se comenzó poniendo un gran techo en el sitio apoyado sobre ocho marcos estructurales de madera dispuestos en forma de Y, generando un espacio abierto en las dos plantas a modo de loft. Al igual que las vigas características de los bajo cubierta de la arquitectura tradicional realizados en madera, los pórticos en forma de Y hechos de madera aglomerada organizan toda la casa. De esta forma las seis tarimas se cuelgan de ella a distinto nivel. Dependiendo del nivel y la ubicación de tablas de suelo, la distancia desde el techo se disponen los espacios vivideros cambiantes de la vivienda. A pesar de que toda la casa es sólo un gran espacio cubierto, la organización que facilitan los pórticos permite generar rincones y espacios privados.
El arquitecto espera que la estructura de la casa se utilice como parte de la vida cotidiana de la familia. Por ejemplo colgando cuadros y figuras en los pórticos forma de Y o marcando la altura del crecimiento de los niños. Dejar el rastro de su vida en la casa como un libro muy manoseado.